La lentitud del magma
Por Pedro Luis Ibáñez Lérida*
"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti". John Donne
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti". John Donne
Si sometieramos al dictamen del sentido común
el proceso degenerativo de la crisis económica y sus devastadores resultados,
la conclusión a la que llegaríamos tendría como
argumento principal a la mentira. Los episodios que se suceden desde
años atrás, describen el proceso de embaucamiento. No obstante es en la
narración de los mismos donde se halla el verdadero entresijo. El escritor
estadounidense Richard Ford, autor de la reciente novela "Flores en las
grietas. Autobiografía y literatura", manifestaba que "la
memoria es imperfecta en sí misma. Es importante no inventar lo que nunca ocurrió". La
intervención televisiva del presidente del Gobierno de España reclama la
atención en este sentido. Toda su inclinación iba orientada en reconsiderar sus
planteamientos iniciales. La cantinela electoral evolucionada al sentido común
al que tanto apela. Dicho y, por supuesto, no hecho. Y para ilustrar su
discurso simple, monótono y reiterativo, utilizaba ejemplos que parecían querer
congraciarse con la sabiduría popular a modo de fábula. Cariacontecidos nos
quedamos muchos al contemplar la imagen de un político tan circunstancial como
rancio. Tony Judt, el historiador británico les llamaba "político
pigmeos". El pasado 6 de agosto se cumplieron dos años de su
fallecimiento tras una larga y penosa enfermedad, esclerosis lateral
amiatrófica. En el año 2009 quedó paralizado desde cuello hacia el resto del
cuerpo. Cuestión que no le impidió continuar escribiendo y desarrollar su
reflexión crítica.
La
letra de cambio es el empleo, siempre y cuando no se discuta de regulación
laboral para no ahuyentar el capital que lo propicia. Se calcula que, sin
contar con los trabajadores de la construcción, se crearan 200.000 empleos
fijos directos e indirectos en la Comunidad de Madrid. Sede escogida para la
construcción de un megacomplejo hotelero, escénico y lúdico promovido por el
magnate Sheldon Adelson. En el que el casino de juego es su principal atractivo
y es la pieza sobre la que se vertebra este entramado Y si bien sería iluso pensar que este tipo de iniciativas no
son bien acogidas y celebradas por los ciudadanos y que suponen unas
expectativas interesantes. Tampoco nos puede desorientar de la equiparación engañosa
que supone. Su pretensión es trocar las
condiciones laborales. Confeccionarlas a la medida que les señala el
empresario. Una especie de patente de corso para modificar a su antojo cuánto
considere que no se adecua a sus objetivos. Ese es el quid de la cuestión, la
farsa sobre la que se asienta el halagüeño futuro inmediato que diseñan.
Trabajo sí pero a costa de qué. Validar efectos y consecuencias bajo el rédito
político. Es el escapismo de Houdini. La evasión como espectáculo. El empeño en
recoger iniciativas de capital privado con todas las prerrogativas a su favor
es extensivo a lo que antes fueron servicios públicos con garantías del estado
autonómico. Veamos si no la realidad de la salud de las personas mayores cuando
su máxima representante autonómica manifiesta que "la salud y el cuidado
de los mayores son en primer lugar responsabilidad de los ciudadanos".
Masculla la falaz idea de reconvertir el derecho en obligación. Somos
responsables no sólo del pago de los impuestos, también de lo que estos no nos
redunden como gasto social. Somos deudores y demandantes de servicios porque la
política que se implanta es tan mísera como mendaz. Poco a poco el cerco se
reduce. La limpia fractura de la impostura nos inmoviliza. Círculos irradiados
de mentira van ensanchando su superficie. ¿Cómo ser honrado en una sociedad
gobernada por ladrones y estafadores? ¿Cuántas palabras al viento? ¿Cuánto
acomodo servil? Son los pilegues de la ficción que se fabrica sin decoro ni
límite. La multitudinaria manifestación de independentismo catalán, fue organizada
por la ANC -Assemble Nacional Catalana-
en el día de la Diada. Allí que se
fueron los dirigentes de los partidos políticos a rentabilizar su imagen
independentista y el poder institucional catalán lavó su imagen tras los duros
ajustes sociales. No se trata de cuestionar la actitud de un pueblo que
abiertamente proclama su posicionamiento legítimo, sino de desvelar la
asistencia que reciben los políticos en su denonado empeño en justificar el
doble juego. Mutismo absoluto del gobierno catalán ante las manifestaciones que
reivindican la rentabilidad social frente a la económica durante estos últimos
meses. Los desempleados alcanzan los 700.000, ha solicitado un rescate por
valor de 5023 millones de euros y ha descendido al puesto octavo de las
comunidades autónomas en la generación de riqueza. Rezaba la pancarta "Cataluña,
nuevo estado de Europa", pero y los políticos, ¿realmente tendrían
vocación europea o sería otra actitud oportunista?
Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com
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