Letras tu revista literaria

viernes, 29 de marzo de 2013

Música, silencio y violencia



La lentitud del magma


Pedro Luis Ibáñez Lérida*






"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque

estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca

hagas preguntar por quien doblan las campanas:

doblan por ti".


John Donne


            La música nos transfiere belleza. En su presencia nos reconciliamos con el mundo. Cuanto menos con la parte de éste que está dispuesto a permanecer intacto. Que no es otra que el alma. No se trata de una cuestión esotérica que abunde en derroteros animistas. La espiritualidad del ser humano vibra en esas otras voces que contienen  su esencia en forma de instrumento. Es la  interpretación del enigma que contiene nuestra propia existencia. Como un globo que se escapa de las manos de un niño y asciende lenta pero decididamente, perdiéndose en el vasto cielo. ¿Adónde irá...? Desprendido de todo. Elevado y acogido en el regazo que nuestros sentidos evocan en el desenlace de su huida. La música es la memoria del grito. Desde las cavernas que albergaron los primeros homínidos hasta la era cibernética que nos permite disfrutarla en diversos formatos. Nos reconforta y adentra en esa otra dimensión en la que gravita nuestro ser. 

            Bebo Valdés, el pianista cubano, ha muerto. Recuerdo Lágrimas negras o El milagro de Candeal.  El primero un trabajo discográfico acompañado por la voz de hierba agostada de Diego “El Cigala”. El segundo un documental del director español Fernando Trueba, en el que la negritud del creador de la batanga redescubría sus raíces en la favela del mismo nombre, en San Salvador de Bahía. Un proyecto musical y pedagógico de Carlinhos Brown que reconducía, con la creación de una escuela de percusión, el futuro incierto de muchos niños. Tuve la oportunidad de disfrutarlo en un cine de verano, acompañado por uno de mis hijos mellizos de 10 años. Dos obras que hablaban de la grandeza musical de este sencillo hombre. Debió resultar curioso degustar la presencia física, así como la elegancia y finura estilística de Ramón Emilio Valdés Amaro –el verdadero nombre de Bebo Valdés- cuando, tras su exilio por amor, fijó su residencia en Estocolmo. Durante más de treinta años se dedicó a completar veladas musicales en un bar de hotel. Alejado de cualquier protagonismo musical.

            La poesía, como la música, hace hablar al silencio. “Y es que cuando se despide a tres mil personas y oigo chalanear / sobre el coste social de la operación me entran unas ganas locas / de estrangular a media docena de consejeros auditores,/ lo que constituiría  una excelente operación / una depuración absolutamente benéfica / una operación prácticamente higiénica”. Ahora el cuestionamiento social no pende de la capacidad de sufrimiento del ciudadano en situaciones tan dramáticas como los desahucios. Se mide en la molestia e incomodidad de los políticos, si llaman a su puerta para explicarles la realidad de una tragedia diaria, a la que responden con silencio como estrategia dilatoria. Quién duda de que no sean imprescindibles los procedimientos y garantías democráticos. Pero no siempre en el mismo sentido y preservados a los habituales destinatarios. Tras varios años de insistente demanda, de continuas peticiones a los forjadores del bipartidismo autista e indolente, una vez encauzada en Iniciativa Legislativa Popular, aprobada in extremis por el partido que sustenta el gobierno con mayoría parlamentaria, que antes negó, y coincidente con otro suicidio, siguen sin categorizar como valor social determinante la defensa del núcleo familiar y su hábitat, la casa que los acoge. Los versos del poeta francés Michel Houellebecq inciden en la constatación de la existencia de una realidad tangible y dolorosa. Pero inobservada interesadamente, o analizada desde la óptica en la que la falta de espontaneidad se interpreta como pérfida  maniobra, como ha sido la protesta domiciliaria, “Al cabo de unos meses, pasas al subsidio / y el otoño vuelve, lento como una gangrena; / el dinero se vuelve la única idea, la única ley, / estás realmente solo. Y te quedas atrás, atrás...  La violencia verbal a la que se recurre para calificar al sonoro eco que clama y reclama principios de justicia benefactora, es una verdad a medias Y es que “(...) Para disimular el olor a muerte que sale de nuestras fauces, que inexorablemente sale de nuestras fauces, emitimos palabras” Tendrán que hablar con la verdad y decir, por ejemplo, que no habrá empleo para los  desempleados mayores de 55 años en lo que les resta de vida. Pero esto no es ortodoxo, ni tan siquiera excepcional. Es la simple verificación de lo cotidiano y su extrapolación al futuro más inmediato. Los hechos hablan por sí mismos. Lo realmente violento es el silencio. El poeta trunca la adolescencia de las ideas. Los poemas son mortajas en su propia génesis, “la muerte más detenida”. Crecen hasta hacerse reconocibles, luego fenecen. Como Lázaro, vuelven a la vida en cada lectura, “El universo grita. El hormigón acusa la violencia con la que fue fraguado como muro. El hormigón grita. La hierba gimotea bajo los dientes del animal. ¿Y el hombre? ¿Qué diremos del hombre?


*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com


           

lunes, 25 de marzo de 2013

¿Sistema judicial independiente?...Tengo un cementerio de cadáveres…

Por Kadan Navarro
 

Mis labios afilados son malignos y perversos y exhalan podredumbre que te removerá todos tus miedos ancestrales. Mi biotipo es de un psicópata desorganizado que se deja el cuchillo en su casa y se lleva trozos de carne como trofeos…Ese yo soy…Pero sin duda los políticos que han gobernado vuestro país me superan…¡Oh sí!, ellos son organizados y metódicos y mueven los hilos del poder…¡Nada para el pueblo y sin el pueblo!...Han sucedido sucesos inexplicables en mi país como la guerra civil, el 11M, el sí a la guerra contra los niños y los pastores de cabras y el resurgimiento de los siempre latentes Nacionalismos…
¡Señores, no podemos estirar más el chicle!...
¿Sistema judicial independiente?...Tengo un cementerio de cadáveres…
¿Poder para el PP y para PSOE que se alían con los bancos?… ¿Son lo mismo políticos que bancos?...Je, je, je…Esto lo sabe hasta un chimpancé cojo y con una brecha en la cabeza… ¡No pasa nada!, tú relájate y ten ciber-sexo-cuántico…¡Tu enemigo está dentro de ti, e inevitablemente se proyectará fuera!...
El dinero es nuestro… ¡El problema de la autoridad y la identificación!
Cada grupo de poder pelea por sus intereses… ¡Lucha aún con el brazo armado!...
No pasa nada…¡Relájate!...Exprimen al pueblo para que ganemos 600 malditos euros, nos meten en los vagones del metro como si fuéramos jodidos gilipollas, nos mojamos los zapatos con la lluvia, el jefe nos amenaza y si eres mujer te tienes que abrir de piernas para satisfacer las demandas sexuales de algún hijo de puta calvo con pene infantil…Y todo para mantener tu puesto de trabajo…¡Sí, a sus jodidas órdenes!, ¿quiere que le lama el culo un poquito señor?…Pero no me despida que tengo una hipoteca de 300.000 euros, tres niños y una mujer en el paro…¡Enhorabuena por la especulación de la vivienda, habéis estafado al pueblo de por vida!...¡Qué cojones tenéis!, y encima hay que rescataros. Mientras los “abollados” de algunos militares le pisotean la cabeza a algún árabe por creen haber oído que un amigo de un amigo de un amigo les ha dicho que es terrorista… ¡Me cago en vuestra p…madre!...
No se te ocurra tocar la autoridad y el poder… ¡Joder!, que perverso soy, claro, pero eso tiene una explicación muy sencilla: soy el cazador de psicópatas…
-Y te quito la casa…
-Me llevo tu dinero…
-Hago tratos con las mafias…
-Y vendo armas…Para crear dinero artificial con el invento de la guerra: unos jóvenes dándose tiros y unos viejos jugando al golf y riéndose de la pasta que van a ganar mientras comentan entre sí: “Es el papel que nos ha tocado representar, es la vida”…
Sin límites, sin piedad, utilizando todas las artimañas de los magos negros y de las energías bajas… ¡Consume estúpido! Y ven aquí “cerdito” que soy tu Matarife…
¡Qué cosas más raras pasan en mi país!
¿Elecciones políticas? Y justo un atentado… ¡Qué raro!... Pobrecitos, pobrecitos…No saben que tendrán que vivir su propio horror inmemorial siete veces siete…Yo no acuso, eso que quede claro…Ya que en realidad no se sabe quién coño fue…Pero déjame oprimir a mi también al pueblo, no me mandes los perros-del-estado cuando mate… ¡Yo quiero la misma impunidad de la que gozáis vosotros!...
Y me cargo al viejo… ¡El joven siempre acabará clavándole un cuchillo al anciano!...Tú, centenario, que te enquistas en el poder, yo he venido como esa fuerza regeneradora llena de luz y energía para derrocarte…
¡Qué tal van esas “Tetis” de silicona!
Nuestros hermanos se mueren de hambre y nosotros con cosméticos y con el jodido botox…Tenemos lo que somos… ¡Por eso yo pido una Revolución Interna!, los cambios tienen que venir desde el interior del hombre…Una gran implosión interna que se manifieste después fuera…
Te atropello con mi Ferrari en un paso de cebra y encima el juez y la policía te echarán la culpa… ¡Quítate de aquí gilipollas, que encima te meto en la cárcel y pago para que te demuelan el culo por haberme manchado el coche con tu sangre!...
¿Justicia?...
Me voy a matar a unos elefantes, etc., etc., y mejor me callo…
¡Vamos, Rambos, pegar unos tiros en la cabeza algún niño inocente, todo por las putas ideas que además son ridículas y de trastornados mentales!...
¡Psicópatas!...
Abogados corruptos que pasan el sobre y cenan con el juez para ganar el juicio, y si hay que meter a un payasito que hizo la gamberrada de robar un poco de chorizo en el supermercado, pues le metemos en la cárcel y punto…
¡Tráfico de órganos!...
Je, je, je… ¡No pasa nada!...
¡Despertar coño, despertar!...
Pero no os liéis a quemar cajeros como “paletos con diarrea mental”…Ser vosotros el propio cambio…Tomad autoconsciencia y pedir luz para la humanidad…Nada de tiros, ni caer en un poder material que iguale al poder del César, porque si no inevitablemente os habréis convertido en aquello por lo que un día os levantasteis para derrocarlo… ¡Curioso pero real!...
Pero de nada sirve criticar, hay que crear moldes superiores y precipitarlos hacia la Tierra, ya que si nosotros tuviéramos el poder haríamos lo mismo o Peor…
Yo llevo mi propio EEUU interno, mis tendencias internas bajas, y mi propio tirano, pero también infinitas cosas positivas y de gran valor…En mí está todo, absolutamente todo… ¿Quieres verlo?...
La vida conecta personajes y anécdotas, la energía no entiende ni tiempo ni de distancias, por lo tanto, todo el que lea este artículo de terceras es por que lo ha llamado previamente…
¡Tranquilo lector, tranquilo, que ya me callo!...


domingo, 24 de marzo de 2013

La Librería



Por Marcos González Sedano
 

Terminaba de bajar del barco con el petate a cuestas, y aunque aquél puerto nada tenía que ver con el que yo conocí treinta años atrás, sentía la sensación de que nunca lo había abandonado. Después de tanto tiempo, dos amigas me invitaron a regresar y acepté el ofrecimiento. Entre esta ciudad y mi alma, siempre ha existido un hilo invisible que nos unía, como si yo perteneciese a aquella estirpe de marineros que descargaban sus mercancías en Puerto Bayyana, y estuviese condenado al regreso siglo tras siglo. 

Entré a la urbe por la calle Real guiado por los perfumes a especias, a marroquinería y a té verde con hierba buena. En los soportales, los rostros de los comerciantes me recordaban los zocos de Tánger, Estambul o Alejandría.

Mientras miraba con ojos de niño abiertos como platos los cambios sufridos en la dermis de la ciudad, iba buscaba una librería, la más emblemática, por años de vida y prestigio, que yo frecuentaba en otros tiempos. Allí seguía, en el mismo lugar pero con un sabor diferente. A la entrada, me atendió una librera con cara de intelectual y gafas de carey, y haciéndola cómplice de lo que quería, le pregunté sobre la zona donde podría encontrar temas de al-Ándalus. Un romántico como yo siempre espera un texto perdido, traspapelado, donde hallar parte de su historia y en este caso tener el placer de la lectura a la sombra de los naranjos. La librera, sorprendida, me llevó al sótano, donde en un rincón cubiertos de polvo y olvidados, entre diez mil o veinte mil volúmenes, dormían apenas doce libros sobre el tema; la mayoría de ellos ya los conocía y los que no, sólo tenían el gran mérito del trabajo del escritor. Los ojos tras los cristales de aquella mujer y los míos se encontraron, nos sonreímos, y en silencio, en un grito común y mudo, maldijimos los espacios vacíos en las estanterías de diez siglos de nuestro pueblo. 

A la salida, además de adquirir un ensayo del jerezano, J. M. Caballero Bonald, con el título, Oficio de lector, me regale un exótico juego de naipes andalusí.

Esta ciudad me invita de nuevo a vivirla, ya les iré contando, ustedes deciden…

viernes, 22 de marzo de 2013

Maleta de madera


La lentitud del magma


Pedro Luis Ibáñez Lérida*


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".

John Donne



Ya no se habla de Grecia. En otros tiempos a bordo de sus pentecónteras los mercaderes helenos navegaron por el Mediterráneo. Incluso se aventuraron en el Océano Atlántico. Con estas singladuras recorrieron la costa de Europa que en la actualidad los mantiene en un estado de catarsis económica. Aquellos que fomentaron el mundo comercial del viejo continente se ahogan. Como los cuerpos de los inmigrantes que inertes se posaron en el fondo oceánico, tras ser embestidos por la embarcación de la Guardia Civil. Las imágenes son tan desconcertantes como definitivas y espeluznantes. Cuánto dolor  y pesar contienen. Cuánto despropósito. Cuánta crueldad.

Este suceso es una metáfora de la contemporaneidad que, al fin y al cabo, es la del propio ser humano en el acontecer incierto de este principio de siglo. La génesis de este hecho sólo puede entenderse desde el más absoluto desprecio a los derechos humanos. Y no puede desvincularse de los sucesos que, como a los griegos y portugueses, y ahora a los chipriotas, nos mantienen enfrascados en incesantes manifestaciones que claman un cambio de rumbo. Ese mismo rumbo que nos hace colisionar con lo más preciado. Resulta chocante que haya sido un inmigrante marroquí quien, con un grado de suprema perseverancia, provoque que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dicte sentencia contra la Ley Hipotecaria. A raíz de una demanda interpuesta tras sufrir el desahucio de su propia vivienda. Son más de 500 desahucios los que se ejecutan diariamente. Desde el año 2008 las demandas de ejecución hipotecaria han aumentado un 371 por ciento. Días antes de este pronunciamiento judicial europeo, el presidente del gobierno manifestaba su rechazo a la dación en pago. En la secuencia de este abordaje no podemos obviar la zafia actitud bancaria. Adeuda un montante de 256 millones de euros a las comunidades de propietarios. El truculento resultado son los millares de ciudadanos sin vivienda, expulsados de su entorno social, y arrojados a la penuria y al desarraigo. En suma a la intemperie y, en algunos casos, al suicidio. Cruenta realidad la de un país que insensible no protege ni ampara a sus ciudadanos y los arroja a su sino.

La desigualdad en España alcanza cotas insoportables. Según Eurostat, el 30,6 por ciento de la población menor de 18 años estaba en el año 2011 en riesgo de pobreza y exclusión social. La Fundación Alternativas fundamenta que la diferencia entre ricos y pobres ha aumentado en un 10 por ciento entre 2007 y 2009.

Francisco Vélez Nieto recoge en su más reciente obra, Recuerdos de un tiempo vivido, un proverbial ejercicio de memoria bajo un sorprendente encuadre literario y lírico. Su localidad natal, Lora del Río, población sevillana de la vega del Guadalquivir, sirve al poeta, escritor y comentarista literario para redescubrirnos, a través del intenso bagaje emocional y reflexivo de su acontecer vital, la complejidad del ser humano. Independientemente de su lugar de origen. Fragmentos que como estelas van diseñando un singular mosaico en el que ironía, drama, ternura, sonrisa y pensamiento crítico componen un todo deslumbrante. Los relatos poseen un marcado acento cinematográfico. Este sentido plástico se refuerza con las fotografías que generosamente aporta ACAL –Asociación Cultural Amigos de Lora del Río- de su rica fototeca. Labor en la que Emilio Morales Ubago, escritor y miembro de esta asociación, y que, a modo de etnógrafo, sobresale buceando entre ellas para ofrecernos unas hermosas e ilustrativas imágenes que acompañan al texto. Pero es en el apartado poético en el que el autor de Itálica y otros poemas abrevia el gusto y la mirada para nutrirnos de una nostálgica belleza. “Maleta de madera: / prisión rectangular / de mi pueblo, / emblema trágico / de nuestra pobreza (...) / Maleta de madera, / trágico capítulo / de nuestra historia / siempre de tercera en tercera”. La memoria nos reconoce e identifica en la levedad del otro. El sufrimiento no se desacomoda de la miseria. Y ésta se hace fuerte en el proceder mercantil que impera a diestro y siniestro y que a todo pone precio. Seguiremos siendo “verso herido soñando ser Paloma de Picasso”. Mientras tanto la sensación de amargura que lija la garganta. Angustia que no sana ni acaba por más que proferir gritos en las calles traten de espantar su mal. 


*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com


Artículo patrocinado por LetrasTRL Nº. 56-marzo-2013



miércoles, 20 de marzo de 2013

Otro atentado contra la salud pública




Los pacientes crónicos de salud mental de la zona de Móstoles, asignados al hospital privado Rey Juan Carlos, no tienen derecho a la libertad de elección de facultativo.

La inmensa mayoría de los pacientes crónicos de Salud Mental de la Zona de Móstoles asignados al nuevo Hospital Privado Rey Juan Carlos I –al ser usuarios de los Centros de Salud de la Calle Barcelona, Presentación Sabio y Princesa-,  acogiéndose a su derecho a la Libertad de Elección de Facultativo, habían optado por seguir siendo atendidos en el Centro de Salud Mental de la Calle Nueva York de Móstoles, adscrito al Hospital Público de Móstoles.
Este centro sanitario público ha sufrido un recorte en su presupuesto para 2013 del 20% y, a día de hoy, no ha percibido ni un solo euro por la asistencia a estos pacientes que no están adscritos a su zona, mientras que el Hospital Privado si cobra por atender a los pacientes que le son derivados de otras zonas (ver http://www.casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=3926&titulo=NOTICIAS).
Así ha sido hasta el 14 de marzo de 2013, día en el que en una reunión que tuvo lugar en el Centro de Salud Mental de la Calle Nueva York de Móstoles, el Coordinador de la Oficina Regional de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, transmitiendo la orden del Director General de Hospitales de Madrid, manifestó que estos pacientes van a ser citados en el Hospital Privado Rey Juan Carlos I. A dicha reunión asistieron también responsables de Salud Mental de los hospitales Público y Privado –Rey Juan Carlos I- de Móstoles.
Parece ser, pues, que a estos pacientes crónicos no se les va a mantener el derecho a elegir libremente facultativo, ya que habiéndolo elegido en el Hospital Público de Móstoles, van a ser obligados por la Comunidad de Madrid a ser atendidos en el Hospital Privado Rey Juan Carlos I, demostrándose así, que uno de los objetivos de que el Servicio Madrileño de Salud tenía al hacer de toda la Comunidad de Madrid un Área Única y que se elija “libremente” Facultativo, no era otro que favorecer la privatización de la Sanidad Pública madrileña, o mejor dicho el negocio de las empresas privadas adjudicatarias de los Nuevos Hospitales Privados de Madrid.
Ante esta postura de la Comunidad de Madrid, que supone la no aplicación de su propia normativa, exigimos al gobierno regional del PP que explique a los madrileños si existe o no la libre elección y, en todo caso, que se respete la decisión de los pacientes de Móstoles que habían elegido ser atendidos en el hospital público.
Madrid, 19 de marzo de 2013.


sábado, 16 de marzo de 2013

¡Pueblo, despierta ya!.

Por KADAN NAVARRO

  Cuando introduces una rana en una cacerola llena de agua y vas subiendo la temperatura poco a poco la rana no salta y muere cocida… Sí señor, pero si la metes con el agua hirviendo saltará. A nosotros nos están cociendo poco a poco y seguimos durmiendo y escuchando la falacia que nos cuentan los medios de comunicación.
Insultan a mi inteligencia y a la de los ciudadanos, el pueblo Español al filo de la navaja y nuestros políticos cenando con botellas de vino de más de 3.000 euros y sacando cantidades de dinero ilógicas a las Caimán… Todos los días salen a la luz casos de corrupción política…Señores, se llevan nuestro dinero unos sinvergüenzas que roban a su pueblo y nosotros nos callamos como cobardes… ¡Qué bonito!... Un rey es aquel que da ejemplo y es el primero en morir por cualquier hombre o mujer de su pueblo… ¿Es así nuestro rey?...
¡Risas…!
Tiranía llamada democracia, ahora ya no solo te escuchan las llamadas si no que pueden oír tus conversaciones con el móvil apagado… ¿Libertad?. No hay libertad, vivimos tiempos convulsos, no en un tiempo lineal si no cíclico y los ciudadanos reclamarán la figura del buen militar para que imprima orden al caos. Hablo con la gente mayor que pasó la jodida guerra civil y me dicen que con Franco se vivía mejor, eso me lo han dicho hasta los “Rojos de Corazón”… ¡Joder!, pero que coño está pasando, es acaso una demanda interna del hombre… ¿Tiene el ciudadano de a pie aquello que ha deseado con unos líderes reflejo de sus intereses?... Y me da igual la falsa izquierda como la hipócrita derecha.
¡Joder!, sí, digo palabrotas porque estamos de mierda hasta la boca; las tres cuartas partes del mundo agonizan en guerras inventadas o lloran por unas gotas de agua con bicarbonato y lo que queda que somos el mal llamado primer mundo vive en un mundo psicópata… Toda gran crisis económica suele traer una gran guerra…
Y la estamos viviendo, ¡claro que sí!, una guerra calculada para hacerse con los recursos naturales, el dinero y la más alta tecnología…
¿Países? En realidad no existen fronteras… ¿Estados mentales? Acabaremos viviendo en reductos según nuestra genética y nuestra posición social…¡Hay más esclavos que nunca en la historia!.
No piensen y conéctense con la verdad… ¿Complicidad cobarde?... Qué coño le vamos a decir a nuestros hijos…

viernes, 15 de marzo de 2013

Cartas desde Sevilla, la respuesta.


Cuando la mala fortuna
aprende el camino de tu casa
abandónala.”
Proverbio andalusí, Aldeire.

Mi querido hermano Ibn Hazm:

Pastor de gacelas, me reconforta saber de ti. Que los dioses de los ateos y de los creyentes te protejan a ti y a las piadosas almas que te dan calor y aplican los ungüentos en tus heridas, que la sabiduría y la paciencia te acompañen en esta hora, que encuentres como siempre hallaste en el desierto las flores que han de currarte, que los versos broten fluidos de tu alma y las líneas del papel sean los surcos donde las semillas nuevas germinen y podamos alimentarnos de ellas.

Mi querido hermano, la sombra de la Giralda apenas da para tapar los sueños de los mercaderes de quincalla que descansan a su alrededor. Las castas que dirigían la urbe se van transformando; cada vez hay más poder en menos manos, y sólo florece en este tiempo la miseria que va avanzando desde los arrabales hasta el corazón de la polis. En esta decadencia Sevilla es un agujero negro, un pozo sin fondo, un sumidero donde el remolino de la vida va arrastrando su destino, expulsando a sus hijas e hijos a la Diáspora. A veces, los cafres como yo desearíamos creer en algún dios para hacerle responsable de estos momentos que vivimos y así poder descansar tranquilamente. Aunque he de decirte que desde que tomo el elixir de Las Tetas de la Sacristana, regalo de Laujar que me mandaste, mis sueños son más placenteros.

Mi querido Ib Hazm, las tabernas añoran tu presencia y las riberas del Gran Río esperan tus pasos. La pintora de los laberintos, a pesar de su silencio, te manda recuerdos. Me dice que lo prometido es deuda y que ella es una mujer de palabra. Así me dijo y así te transmito. A la ciudad le falta un hijo y como todas las madres añora tu regreso. No nos hagas esperar más de lo justo y sigue mandando noticias. Mientras llegas te doy todo el calor de mis brazos.

En Sevilla,
Juan de Mairena.
(Marcos G. Sedano)


domingo, 10 de marzo de 2013

Pasos en la niebla



La lentitud del magma


Pedro Luis Ibáñez Lérida*


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".

John Donne
 

                        La muerte nos espera y, mientras tanto, la niebla. Esa espesa corteza de invisibilidad que no nos deja ver, ni tan siquiera, nuestros pasos. Tal sea esa la muestra decible de lo que significa el olvido. No es corpóreo este velo pero nos rodea y ciega. Dylan Thomas, el poeta norteamericano que liquidó su existencia en un interminable trago, olvidó vivir. Años más tarde, el actor Richard Burton era enterrado con un volumen que contenía la poesía completa de aquél. El mortal desenlace amparado en la eterna poesía. Designio lírico para, si acaso, dejar en el último hálito la expresión de inconformismo y resistencia, “Y no impondrá la muerte su dominio”.

                        El olvido esta aquí. Contradictoriamente más presente que nunca. La disminución de los fondos económicos destinados a la dependencia es de tal calibre, que no deja lugar a duda. El olvido principia por el vacío. Y vacío es lo que el eufemismo gubernamental define como ajuste presupuestario. Es el abismo de la nada para las familias de las 800.000 personas enfermas de Alzheimer que se obstinan en no olvidar. Defendiendo la memoria como frágil hilván que evite la desconexión total con el ser querido. Cuidando los casi etéreos vínculos que progresivamente se truncan. Miradas que no saben, que no encuentran...

                        En Los nadadores el vacío existencial se modula dentro de una piscina. Joaquín Pérez Azaustre nos hace zambullir dentro de nosotros mismos. El cansancio y la inseguridad vital flotan a la deriva. Pero en el líquido elemento, su protagonista, Jonás, se siente como pez en el agua. Allí, entre otros nadadores, la desolación, el desamparo y la angustia quedan relegados fuera del agua. Los cuidadores sin cuidados y sin recursos, aparecen como las pinturas de Hopper, circunscritos al vacío, al olvido, sin agua sobre la que deslizarse. O como señala la poetisa, Olvido García Valdés, en su obra Lo solo animal, “El agua es algo de lo que no sé...”  No se sabe. Se desconoce hasta dónde llegará esta inmisericorde apuesta nihilista que no cree en nada, porque no hay nada en qué creer. Los cuidadores y enfermos condenados a una isla desierta. Cada familia se convierte en un pequeño e ignoto islote en la inmensidad oceánica.

                        La idiocia, vanidad, desahogo y presuntuosidad parecen perseguirnos como Los cuatro jinetes del Apocalipsis, de Vicente Blasco Ibáñez. La cuarta cabalgadura del Estado –Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial- se despachaba hace unas fechas con lamentaciones. La causa de sus males era que fuera obligado a viajar en clase turista. Atinaba en su mandoble platicante, indicando que no era una cuestión personal y sí de carácter institucional. Causaba mal efecto que lo vieran en esa clase en atención a su cargo. Virginia Wolf en su obra El balneario, escrita un mes antes de suicidarse, describía: “La ciudad queda sumergida bajo el agua; y sólo se distingue su esqueleto de bombillas de colores”. Qué menesteroso ejemplo el que nos retrata la autoridad judicial, que cree reconocerse en el ciudadano que no lo reconoce a él. La cuestión parece radicar en “actualizarse”. Es decir, en ser visible aunque sea a costa de sumergirnos en la propia estupidez.

                        Thoreau señalaba que “El poema verdadero respira al fondo del yo”. La memoria y el olvido inspiran y expiran ese halo enigmático de pasos en la niebla. El poeta se transforma en el vacío que lo principia todo, “El placer de haber sido / nadie bajo una luz / antes no usada”, refiere José de María Romero Barea en su obra Talismán, que es extensible a ese sentir irrenunciable de lo que somos. La identidad que, a golpe de cuchilla, van reduciendo hasta hacerla desaparecer y convertirla en nada.


*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com


Artículo patrocinado por LetrasTRL Nº. 56-marzo-2013



                       
                       

El Diario de Alvaeno

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