Letras tu revista literaria

miércoles, 31 de octubre de 2012

Cuaderno de otoño. La fragua




Por Marcos González Sedano

En Andalucía, otoño del 2012

Y allí estaba la fragua, junto a los carámbanos de la noche, esperando que Vulcano despertara de su sueño y en un gélido soplo granaíno prendiese el carbón.

Uno, Manuel Contreras, Polígono de la Cartuja, Granada, encofrador, parado. Dos, Cecilia Ganivet, Alhama de Granada, profesora de lengua, parada.

Los duendes del fuego eran luciérnagas que abandonaban su cama en un chisporreteo de alegría imitando a los niños que en los días de fiesta juegan bajo la lluvia.

Tres, Antonia Angulo,Jódar, Jaén, jornalera, parada. Cuatro, Ana de la Torre, Jaén, arquitecta, parada.

La voz del maestro llamaba al martillo y el acero en la fragua empezaba a calentar, mientras el aprendiz lleno de frío frotaba sus agrietadas manos.

Cinco, José Villaespesa, Barriada de Pescadería, Almería, marinero, parado. Seis, Alba Sierra, Huercal de Almería, Almería, música, parada.

El fuego en la mirada, el hierro en el yunque, marca el martillo de bola en el mismo lugar que ha de caer el marro, pim, pom, pim, pom...
Siete, Dolores Acosta, Barriada de los Dolores, Huelva, dependienta, parada. Ocho, Juan de Dios Cano, Almonte, Huelva, técnico electromecánico, parado.
El maestro y el aprendiz, los dos son el mismo hombre en ese instante y le transmiten sus almas al acero que dúctil se deja malear en un juego de amor...
Nueve, Francisco Mendicutti, Sanlúcar de Bárramela, Cádiz, mozo de bodega, parado. Diez, Mercedes Quiñones, Cádiz, manceba de botica, parada.

... en un conjuro milenario, como si el tiempo no fuese nada y los crisoles de Tartessos siguieran aquí, en la monotonía de la mañana.

Once, Inmaculada Velázquez, Sevilla, artista, parada. Doce, María Amigo, Cazalla de la Sierra, Sevilla, industria del corcho, parada.

Pim, pim, pom, pim, pim, pom... y sigue el baile del marro y el martillo en el silencio de los artesanos hasta que el acero se enfría y vuelve a la fragua, porque golpear en hierro frío es tiempo perdido.

Trece, Gloria del Prado, Málaga, hostelería, parada. Catorce, Juan Manuel Rodríguez, Barriada de Carranque, Málaga, textil, parado.

El yunque es la espalda de un dios apresado, el más duro de todas las divinidades, de cuyo nombre no tenemos constancia pero soporta sobre sus costillas todos los golpes del mundo, como los pueblos oprimidos.

Quince, Antonio Manuel Hermano, Almodóvar del Río, Córdoba, artesano, parado. Dieciséis, Ricardo González, Fuente Palmera, cirujano, parado.

Martillo, yunque, marro, carbón, fragua, hombre y alma. Y el sudor que templa el metal de esta historia inacabada nuestra.

Julia Sedano, Andrea Cotobal, María Luisa González... Un millón cuatrocientos veinte mil doscientos. Nosotros todos hijos de este pueblo. Y el silencio de los amos y lacayos que miran hacia otro lado mientras se apaga la fragua.

Despierta, Madre, que estás dormida, ¡despierta, Andalucía, despierta y anda!

domingo, 28 de octubre de 2012

Violencia soterrada y beneplácito político


La lentitud del magma
Por Pedro Luis Ibáñez Lérida*
 



"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".

John Donne


           Cumplían su objetivo. Tras 600 kilómetros de marcha a pie, llegaban a la  Oranienplatz de Berlín. Hace un mes que inmigrantes y asilados en Alemania iniciaron esta protesta, que ha tenido su colofón en el barrio berlinés de Kreuzberg. Partieron desde Würzburg. El carácter ilegal de la protesta no ha menguado en el ánimo de los protagonistas. Han contado con una organización compuesta por jóvenes voluntarios solidarios que han asegurado la logística durante estos treintas días. Mientras la preocupación de las instituciones europeas se concentra en arbitrar, de forma tarda y poco eficaz, medidas para reconducir la situación económica, y el concepto de crecimiento va perdiendo enteros sobre las tesis del ajuste, esta simbólica marcha adquiere valor político y social de calibre. Es significativo y elocuente el arriesgado pronunciamiento de los inmigrantes. Se rebelan contra las condiciones de que sufren en el corazón del país que marca las directrices económicas del viejo continente. A pesar de que no pueden abandonar el distrito de asignación de la residencia de acogida, han transgredido ese límite. El peligro de la deportación no parece arredrarles. Y es que la desesperación conmina al ser humano a poner en juego el valor intrínseco de la dignidad que en él habita. El malestar profundo de la sociedad va ampliando su influjo en colectivos como el inmigrante.
                        El pecunio se erige como único consuelo, que no solución. Y así nos va. Resistiendo ante este asedio que toma cierto grado de triste sátira. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas  ha afirmado que los Presupuestos Generales que ha presentado el Gobierno, son de una gran carga social, superior a los presentados en legislaturas anteriores. Hemos llegado a un extremo que  ni pintiparado para comprobar que tamaña fineza sólo es posible desde el abotargamiento político y  acentuado proceso de deriva intelectual. Si volvemos la vista meses atrás, podremos comprobar la ecuanimidad entre las decisiones políticas adoptadas y la incidencia y coste social:
desmantelamiento de los servicios públicos, deterioro de la sanidad en su conjunto y quiebra del carácter universal, desprotección de la educación como vía de presente y futuro y  huelgas, manifestaciones, concentraciones, encierros, marchas, boicots, que se encaminan a la huelga general del 14 de noviembre. La tasa de paro continúa creciendo y llega hasta los 5.778.100 desempleados. Cada vez son más los jóvenes, con cualificación académica y profesional, que deciden emigrar en búsqueda de empleo. Los ancianos suplen la falta de ingresos de sus hijos en paro con su propia pensión. Incluso los albergan en su domicilio tras el desahucio o la imposibilidad de hacer frente a los impagos del alquiler o hipoteca y realizan labores de cuidado y asistencia a los nietos. El panorama no puede ser menos alentador. Los dos periodos vitales son semejantes. Estamos andando en círculos.
                        Las elecciones en Galicia y País Vasco ha confirmado la regresión de la socialdemocracia. Hecho que no es ajeno a lo que ha sucedido en el resto de Europa. El alto nivel de abstencionismo continúa teniendo una presencia más que importante en los procesos electorales. El descreimiento es generalizado por la ingente capacidad de corrupción que genera el poder político. Los referentes están desdibujados porque la gestión técnica ha sustituido a la política y, por consiguiente, la de generar expectativas e ilusiones en la sociedad. Como señalaba el poeta, escritor y dramaturgo uruguayo, Mario Benedetti, “la simple decencia ha pasado a convertirse en una utopía”. Rescatan a los bancos de su pésima actividad financiera con dinero público. Y, sin embargo, son permisivos con la vileza de éstos cuando no ponen freno a sus zafios intereses y culminan, por ejemplo, los desahucios. El nivel de presión es superlativo. A los activos inmobiliarios que mantienen bloqueados, hay que empezar a sumarles cadáveres en la cuenta de resultados. El espeluznante suicidio de una persona en Granada antes que fuera expulsado de su casa, señala con claridad que la culpabilidad no tiene por qué ser alevosa y sí violencia soterrada. Tal vez por esa razón computen la muerte de este hombre como un mal negocio ya que no saldó su deuda y salió, sin embargo, de su lista de morosos.

Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com


jueves, 25 de octubre de 2012

Cuaderno de otoño. ¡Bogad, andaluces, bogad!



Por Marcos González Sedano

Cuando leí en la misiva de aquel rey: "actuando unidos... remando a la misma vez", algo se rompió dentro de mí. Sentí sobre las espaldas los efectos del rebenque y los gritos del cómitre al compás del tamborilete, regalo de la diosa Cibeles a los latigueros.
Jamás hemos visto en estas quinientas noches de pesadillas a ningún rey ni señor bogar junto a la muerte, y cuando sus excelencias vinieron a salvarnos de nosotros mismos ya les relucían entre los dedos los hierros para nuestros tobillos. Gracias, grandes señores, cortesanos y mercaderes de España y de Europa, por ofrecerse a remar junto a nosotros en esta nueva renovación de las cadenas. Ya llevamos quinientos años amarrados a sus galeras y les hemos salido más baratos que aquellos andaluces que se vendían como esclavos en la Plaza Larga del Albaicín, junto al Arco de las Pesas, a mil quinientos reales de vellón por cabeza.
Ha sido tan grande la afrenta que ustedes nos han infligido que incluso aquel Manco de Lepanto (ebrio por Sevilla), sintiéndonos remar en su corazón, convenció al Hidalgo de la Mancha para que en su locura nos liberara, a nosotros, los delincuentes forzosos, los gitanos, los moriscos, a nosotros, hombres sin tierra ni puerto.
Nosotros hemos remado en cada una de vuestras batallas, contra el turco Khair ad-Din Barba roja, contra nuestros hermanos de la República de Salé, contra el francés, contra el inglés. Nosotros somos los que más de una vez os hemos devuelto al trono. Nosotros, la chusma que es arrojada por la borda cuando ya no es necesaria, somos los mismos que os subieron a los pedestales que ocupan nuestras plazas. Nosotros somos aquellos que siguen soñado ser el pirata que cantara José de Espronceda.
Cuando sea libre quiero desde la Chanca contemplar cómo parten las barquitas a faenar sobre el lomo plateado del viejo y fiero Poseidón. Quiero ver desde la lejanía a los jabegotes echar la red, en un intento desesperado por atrapar los últimos rayos de sol.
¡Bogad, andaluces, bogad! ¡Ufff...! No hemos hecho otra cosa desde que nos conocemos, señores, o eso o el exilio. Hacia Catalunya por el Levante, a Madrid por el Despeñaperros, a las frías tierras del Norte, a Australia con contratos de a cinco años infinitamente renovados, a nuestra segunda casa allende los mares. Más de dos millones de andaluces en una diáspora moderna. Y aquí seguimos, con un millón y medio de almas ociosas esperando en los puertos y plazas de Andalucía para ver qué caminos, ríos y mares nos ofrece esta España para marchar de nuevo al exilio. Como si la maldición del Holandés Errante nos hubiese convertido en su eterna tripulación.
¡Oh, España! Esta España de reyes y cortes acaso no oye el grito mudo de esta tierra. ¿Acaso no nos han ocasionado ya suficiente sufrimiento? Hasta nuestros propios amigos, en su buena fe, nos ofrecen bogar con ellos para liberarnos juntos como hombres, pero se asustan cuando les decimos: "como hombres, sí, pero ¿y como pueblo?, ¿quiénes han de liberarnos como pueblo?".
Esta estirpe de dirigentes españoles, herederos de la llave que abre nuestras cadenas, siguen subiendo los diques de las miserias que nos rodean, aunque tal vez la más cruel de todas las condenas que nos han intentado imponer ha sido la de la incultura. A nosotros, que aprendimos que no solo de pan vive el hombre. A nosotros, que para reapropiarnos de nuestros dioses, de nuestra música y de algunas otras señas culturales tuvimos que meternos debajo de un paso de Semana Santa y taparnos con los faldones para esconder nuestra amargura. Y nos dijimos: "andaluces, estos son nuestros, ¡hasta el cielo!" Y al golpe del martillo dejamos caer sobre la vértebra atlas el precio de nuestra penitencia. "¡Hasta el cielo, andaluces, hasta el cielo!, que es azul como la Mar. ¡Vámonos! No nos regalarán nada, lo recuperaremos nosotros".

Tómalo con soda


Por Maritza Luza Castillo


 Con el título bajo el brazo y un timón por delante, enfrentan la vida muchos  graduados profesionales. Si bien es cierto el trabajo dignifica a la persona, indigna y subleva el oficio improvisado al universitario con justas aspiraciones. Todos tienen derecho a realizarse mediante el estudio académico. Para ello se invierte dinero, tiempo y sueños. No obstante, a veces no se llega a la práctica. Y no se alcanza sencillamente, porque se carece de un puesto laboral en el cual desarrollarse.
El ex presidente Alan García, subrayó que Lima goza de los taxistas más ilustrados de toda Latinoamérica. Habría que añadirle a la tesis también la sufrida Europa recientemente golpeada con la crisis económica mundial. Un buen ejemplo lo encarna España quien redobla el ajuste solicitando a la Unión Europea 102.000 millones de euros hasta el 2,014 como parte del reclamo del bloque de reducir sus exigencias sobre el déficit fiscal español.  Este claro síntoma infiere, que la clase taxista también se incrementa lastimosamente en la madre patria. Entre ellos encontramos: psicólogos, arqueólogos, psiquiatras, médicos, periodistas, cada uno con un ojo en la pista y una historia ácida que compartir con sus pasajeros. Pero el asunto radica en no hacer una imprecación de su propia vida.  La situación pasa por evitar sucumbir a la falta de ofertas. Mucho menos someterse a la sepultura virtual concebida por el hoyo negro del desempleo. En consecuencia, la derrota laboral no es la capitulación del ser. La trama transita por poseer la capacidad de cambiar la página, y ser artífice de su propio bienestar. Sí ya se vivió lo malo, es tiempo de ir por lo bueno.
Existen casos en que la signatura Taxista, es asumida como un diálogo constante con la vida. Un diálogo cuya agradable atmósfera disipa nubarrones creados por una formación académica de primera. Estos seres que no permiten que el alma se le oprima,  se convierten en ánimo y aliento porque son guerreros. Dichos individuos jamás cargarán un infierno portátil. Ellos lo combaten agregándole una cuota de soda al día a día.
La existencia en ocasiones es confusamente peliaguda, pero trasponer el umbral con un corazón vigoroso, desestima la oscuridad y produce el efecto del minero alumbrado por el oro. Un ser de luz.
 
                                                                              
  

domingo, 21 de octubre de 2012

Esos comunicadores sirvientes del Poder y otras especies


 Por Eduardo Pérsico*


         … y quien supone  que todos los demás son  giles, al final pierde por gil.
                                                                       (Sentencia lunfarda)  
       
          En tanto el siete de diciembre próximo de entrar en plena vigencia la nueva Ley de Medios Audiovisuales en nuestro país, crece la tensión en los sectores de esa actividad y también en el arco político más involucrado en la cuestión. Hecho más bien sospechoso si sólo se debe aplicar una ley sancionada por las cámaras legislativas, y luego avalada para su aplicación por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y si los monopolios obligados a desinvertir hoy lo hicieran civilizadamente, tal vez ese mecanismo evitaría pérdidas en el mercado laboral de la actividad. Pero y atentos a que todo Poder reacciona con la violencia proporcional a su interés, en Buenos Aires y alrededores surgieron hechos criminales generados por grupos orgánicamente ajenos y hasta disociados entre sí, limitando con preferencia la circulación en la ciudad de Buenos Aires. Paros imprevistos en los ferrocarriles, cortes de energía eléctrica y según sucediera las últimas dos semanas, con una intempestiva  revuelta gremial de la Gendarmería y la Prefectura frente a la Casa de Gobierno. Algo bien amplificado por un periodismo que también y por esos días, hicieran obesos papelones en la última elección de Venezuela , hasta denunciando el secuestro del enviado de Clarín. Una ordinariez que sumada al anuncio sin datos oficiales del triunfo de Henrique Capriles sobre Hugo Chávez,  redondearía un fabuloso delirio informativo. . .

      Por estos días los medias en Argentina exhiben la misma impunidad operativa del año 2008, cuando los sectores del campo en su rechazo al aumento de retenciones a la exportación, y pretendieron reeditar aquel escenario con marchas y obstrucción de calles y edificios por un sublevado personal de Gendarmería y Prefectura; un asunto muy grave. Y todo con el aliento de los periodistas servidores del Poder, políticos de escaso relieve electoral y confesos evasores de impuestos amenazando al gobierno nacional. Cuando los medios informativos fogonearon en el 2008 la demanda de los dueños de la tierra, - que versearían ‘al sembrar estamos haciendo patria’- se apuntó a desestabilizar al gobierno nacional que dispusiera cobrar más retenciones a la exportación; ‘y eso lo hicieron sin la autorización explícita de nuestro sector’, versearia entonces un dirigente de la Sociedad Rural como si la gestión republicana la autorizaran ellos. Aunque unos cuantos meses después más del cincuenta por ciento del gentío votó por la prosecución del gobierno en ejercicio, desafuero popular que estos ‘medios de comunicación’ siguen sin digerir. (Y un poco al margen, esa prístina ignorancia de los diarios principales de Argentina ya fue sugerida con más pulcritud, obviamente, por el Jorge Luis Borges y el Julio Cortázar; ambos muy valiosos escribas que por más tango y milongas de la nostalgia pero sin conexión corporal y cierta con los atributos de la realidad, tanto tardarían en apreciar esa litúrgica escenografía populista y hasta ‘grosera’ del peronismo en la calle, Pero, qué le vachaché).

        A veces es múltiple la tozudez de los medios ante un electorado bien difícil de capturar y que al acto de votar ‘no come vidrio’, una actitud mayoritaria que los grandes medios persisten en ignorar pese a las elecciones en América Latina y la última  en Venezuela lo demostró sobradamente; no jodamos.

       Y este pergeño destituyente del año  2012, tiene sus recordables precedentes. La destitución al gobierno radical de Arturo Illia en 1966 no fue  por la sanción de una ley de medicamentos, - según se repite- sino por la  negativa del presidente argentino a tomar un préstamo externo de unos diez mil millones de dólares, y acaso más. Los actuales radicales ignoran eso para no ser apartados del Grupo A, y poder sumarse a un grupo cerrilmente reaccionario; y que don Hipólito Irigoyen los perdone… Pero sigamos; aquel operativo del liberalismo económico contra Arturo Illia y sin contar las falencias inigualables de la presidenta Isabel Martínez de Perón en 1976, también llegaría a su gobierno que debía al exterior unos cuatro mil millones de dólares. Y casi los mismos servidores locales de la banca financiera mundial,  -cuyos hijos y nietos hoy persisten- la  forzaría a tomar obligaciones externas por varias veces esa cifra. Luego del infame y aciago período militar, ese mismo libreto financiero liberal entró con sus ‘atributos’ de modernidad durante el peronismo de Carlos Menem y Domingo Cavallo, algo que vaciara de contenido la mínima promesa del peronismo original. Ese artilugio bancario de generar dinero del mismo dinero, un suicidio económico implacable hoy con Europa y en Argentina nos aplicara el delictivo corralito bancario sobre los ahorros del año 2001, lo dice todo. Y llámese keynesiano, industrialista  o según sea, esa variante productiva apunta a ocupar mayor mano de obra y nuevos consumidores al mercado. Algo ajeno a cualquier brujería prestamista que al estallar genera volúmenes incobrables donde los únicos cubiertos son los bancos y el resto, que se arregle como pueda.  
        Los medios de comunicación tan diáfanos en sostener que la realidad recién existe si ellos lo anuncian, hoy entorpecen la aplicación de una ley que quizá también roce sus intereses en la malhabida empresa Papel Prensa; otra entrega recibida de los mismos militares que castigaron al país con muertos, desaparecidos y la apropiación de niños recién nacidos. Asuntos que deberían considerar más estos defensores de la libertad de prensa, según  ellos se mencionan.  
*Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.

viernes, 19 de octubre de 2012

Afinidades y desafecciones literarias


La lentitud del magma
Por Pedro Luis Ibáñez Lérida*
 



"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".
John Donne

 

Los premios y los reconocimientos forman parte de ese entramado social que dispone las celebraciones y valías dependiendo de quién y cómo. En los primeros, el  fallo del jurado suele venir acompañado de ciertos augurios de concesión interesada, que es una forma generalizada de fomentar el amiguismo y la complacencia. En los segundos el carácter oficial abunda en la creciente y mal entendida primacía de reconocer los servicios prestados, aunque éstos sean coincidentes con las obligaciones del cargo.

La concesión del premio Nobel de Literatura y las connotaciones políticas que lo rodean hablan, sin lugar a dudas, de ese proceso taimado que parece advertirse  cuando el aspecto que debería exclusivamente tenerse en cuenta, en este caso el puramente literario, queda en entredicho. Como reza una bellísima cita en la Librería Padilla de Sevilla, “Leer todos los libros del mundo es imposible, pero hay que intentarlo”. Sinceramente por mucho, en mi caso un verdadero placer,  que el empeño fuera denodado en adquirir una mayor capacidad lectora, no creo que me topará con la obra de Mo Yan. Entiendo que por desconocimiento. Aunque me alivia, en cierta manera, pensar que no soy un caso excepcional por las conversaciones que he mantenido sobre ello estos últimos días. El criterio que sostiene este premio no es precisamente alentador si hacemos un recorrido por los escritores, a los que ni siquiera les llegó el eco de tan altísimo grado literario. Como por ejemplo, Borges, Tolstoi, Pessoa, Cortázar, Valle-Inclán...

No hablamos de su acontecer y posicionamiento vital, lo hacemos de su quehacer literario que, en cualquiera de sus formas, no tiene por qué corresponderse con aquélla. La literatura con mayúsculas no viene refrendada por una impoluta e íntegra biografía. Su calidad es inherente al escritor, sean cuales sean sus puntos de vista sociales o políticos. Desmerecer al hombre no tiene por qué acarrear rechazar su arte.

El autor de “Sorgo rojo, la obra más conocida de Mo Yan gracias a la adaptación cinematográfica que en 1987 dirigió su compatriota Zhang Yimou en su debut como director, y que fue ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín de 1988, es vicepresidente de la Asociación de Escritores Chinos y participó en el septuagésimo aniversario de Mao Zedong sobre Arte y Literatura. Se le reprocha que nunca se haya pronunciado sobre la persecución de los intelectuales. Los disidentes lo califican de colaboracionista y complaciente. Recordemos que en el año 2010 recayó el Premio Nobel de la Paz en  el intelectual y escritor chino, Liu Xiaobo, por escribir un manifiesto democrático, que provocó una situación de tensa relación diplomática entre China y Noruega, aún pendiente de resolución. La pena que sufre es de 11 años de cárcel. La reacción del gobierno chino pareció provenir de una rabieta mal contenida. Crearon los premios Confucio para contrarrestar la que consideran propaganda occidental, al enjuiciar la inclinación a premiar a disidentes evitando a ciudadanos chinos que no están enfrentados con el gobierno. Sonrisa macabra la que se dibuja en los labios, si hacemos  memoria de otros galardonados por el pacifismo del Nobel. Por ejemplo, Kissinger.

 El comportamiento no tiene por qué influir en la consideración de la obra de un creador. Ésta es independiente al trasunto humano. La notoria y gran literatura no puede estar condicionada por la orientación política, sexual, la asunción del sistema, la marginalidad, la exclusión o la depravación de quién es su autor. La obra tiene su propia personalidad que no tiene por qué definirse con la de aquél. En caso contrario la literatura estaría sentenciada a morir en breve plazo. Me refiero a la buena literatura, la que no necesita nada salvo la atención de un lector crítico.

Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com

jueves, 18 de octubre de 2012

Antisistema, radicales y ultraizquierdistas


Por Peter Magnus

“Este ejército de la revolución, compuesto por 25 millones de hombres puede detener y retener la atención de las clases dominantes. El grito de este ejército es: ¡no hay cuartel! Necesitamos lo que poseéis.
¡He aquí nuestras manos, nuestras fuertes manos! ¡Os quitarán vuestro gobierno, vuestros palacios y todos los dorados lujos!”.
Talón de Hierro
Jack London

El título viene a colación de las declaraciones del señor Wert, ministro de Educación, como todos ustedes saben, y que mejor nos vendría a todos que en lugar de este señor como ministro tuviéramos a un burro que con toda probabilidad sería más razonable, más lógico, más coherente, más educado, más capacitado que el citado W para ejercer sus labores como ministro de educación.
No sabía yo que las puertas de los colegios estuvieran llenas de antisistema, radicales y ultraizquierdistas, o batasunos; no digo que las mamás y papás que suelen darse cita por las mañanas, al medio día y por las tardes, en las puertas de los colegios a los que han decidido enviar a sus hijos, sean de una u otra ideología, que pertenezcan a uno u otro partido, cosas estas bastante normales y propias de sociedades democráticas y avanzadas. Y claro, uno escucha decir estas cosas a todo un señor ministro, al que avalan ciertos medios de información -¿o deberíamos decir medios de desinformación, difamadores, calumniadores y prestos a echar toda la leña al fuego para que salten chispas…?-, y se indigna. ¡Oiga, señor Wert! ¿No le parece a usted que difamar a miles de mamás y papás acusándolos con esos adjetivos es cuando menos una provocación y un insulto? ¿Le podremos denunciar a usted por injuriar a esas mamás y a esos papás? Probablemente no, porque ya habrá algún juez de su cuerda, que no estime oportuna la denuncia y  esta quedará archivada y usted libre de todo pecado.
No joda más de lo que lo hace, y piense antes de hablar lo que va a decir no vaya a ser que se le indignen los/as millones de papás y mamás que cada mañana llevan a sus hijos/as al colegio público y le den a usted un puntapié que lo ponga en la órbita de Marte como mínimo, aunque pensándolo bien, los marcianos no le han hecho nada a nadie para que usted aterrice por allí, así que será mejor que el puntapié se lo den en los cojones y que con ello esté usted retorciéndose de dolor una semana, mientras todos esos antisistema, radicales y ultraizquierdistas dejan de llevar a sus hijos al colegio en protesta por sus viles hazañas en contra de la Enseñanza Pública. Y no le pise más el cuello a la bicha porque puede que un día se le revuelva la misma y le muerda con las previsibles consecuencias que este acto le produciría a usted, pero no se apure que no lo compadeceré porque la compasión, si acaso debo usarla alguna vez, no será con “personas” como usted cuya prepotencia es la clara evidencia de la ideología que usted defiende y con la que comulga cada domingo mientras se da golpes en el pecho esperando ser redimido por el dios al que venera, o más bien idolatra, y que según su retrógrado pensamiento parece haberle elegido a usted para españolizar, no solo a los catalanes, gallegos, vascos, asturianos, andaluces…, sino para volver con Torquemada a colocar las piras y los cadalsos en las plazas de los pueblos, para así, ajusticiar a garrote vil a todas/os esas/os mamás y papás que además de tener dificultades para llegar a fin de mes y alimentar a sus churumbeles, además, señor Wert, le dedican tiempo a conspirar contra usted y su gobierno que debería estar, tanto el uno como el conjunto sentados en el banquillo de los acusados por estafadores, chorizos, por incumplir las leyes y por difamadores entre otros cargos.




miércoles, 17 de octubre de 2012

Amenazas contra el velero Estelle por parte del Estado de Israel

'Estelle' en ruta hacia Gaza Foto: Ship to Gaza
El barco de la Flotilla de la Libertad se encuentra a menos de cinco días
de alcanzar el punto crítico donde varios barcos de las anteriores
flotillas fueron asaltados y abordados.

El gobierno israelí ha advertido
(http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4291582,00.html) al Ministro de
Asuntos Exteriores de Finlandia -bajo cuya bandera navega el Estelle- que
"actuará contra el velero Estelle si sigue navegando hacia Gaza para
romper el bloqueo marítimo". Risto Piipponen, portavoz del ministerio, ha
respondido al gobierno israelí que "en ese barco sólo viajan civiles y que
Israel debe actuar con moderación ante cualquier acción que decida tomar".
El gobierno israelí afirmó al finlandés que "en caso de tener que utilizar
la fuerza las vidas de los pasajeros y pasajeras pueden correr peligro", y
así se lo ha transmitido el portavoz finlandés al velero Estelle en la
mañana del sábado.

Israel vuelve a amenazar con llevar a cabo una acción violenta en aguas
internacionales contra una iniciativa pacífica protegida por la legalidad
internacional y cuyo objetivo es denunciar el ilegal e inhumano bloqueo a
las aguas territoriales palestinas reconocidas en los Acuerdos de Oslo.

Desde Rumbo a Gaza llamamos a todas las organizaciones y personas que
defiendan el derecho del pueblo palestino al uso de sus aguas
territoriales a estar alerta ante el peligro de un inminente ataque al
velero Estelle por parte de fuerzas militares israelíes.

En caso de que Israel vulnere, una vez más, el derecho internacional y los
derechos del pueblo palestino, nos manifestaremos ante el Ministerio de
Asuntos Exteriores ese mismo día a las 19 horas o al día siguiente del ataque.

La tripulación del Estelle está compuesta por internacionalistas e incluye
ciudadanos y ciudadanas de diversas nacionalidades: Suecia, Israel,
Finlandia, Noruega, Italia, Grecia, Estados Unidos, Canadá y cuatro
representantes del Estado Español.


Rumbo a Gaza
www.rumboagaza.org
http://www.facebook.com/rumboagazaoficial
twitter: @rumboagaza

martes, 16 de octubre de 2012

¿Nuevas formas de socialización o aislamiento?



Para reflexionar... miren la tecnología lo que ha logrado...
¿No es triste?
Compartiendo con mis amigos una taza de café

No me interrumpan, estoy estudiando

En el restaurante

Vamos a disfrutar del Museo


Compartiendo con mi hijo
Una tarde de "amigas"


Vacaciones en la Playa


 Noche de pareja


...


HASTA DÓNDE HEMOS LLEGADO, ¿VERDAD?
Albert Einstein (frase Profética)
"Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad".


viernes, 12 de octubre de 2012

Soberanía


La lentitud del magma


Por Pedro Luis Ibáñez Lérida*
 



"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".
John Donne








                        Atendiendo a la mutabilidad de la política y a su gesto más amable. Entendiendo éste como la superación de límites, hasta ese momento infranqueables. Y que milagrosamente, en breve espacio de tiempo, pasan a ser considerados como marginales o reductos de otros que ahora parecen impensables. Y en los que un ordenamiento jurídico, al igual que el actual y del que tanto se empecina el gobierno en blindar, daba legitimidad a sus órganos de gobierno. No es descabellado poner entre interrogantes lo que, si bien cumplió su función intermediadora o de transición, pueda verse cuestionada en su validez actual. La identidad de un pueblo, entre otros razonamientos, se refuerza ideologicamente con la pugna que mantenga con respecto a un contrario. Y si bien esa interrelación puede parecer compleja en sus formas, los niveles de coexistencia superan esa aparente dificultad. El grado de desafección de los ciudadanos hacia las políticas encaminadas a componer su propia personalidad histórica en contraposición al estado vecino, es un indicio del subrepticio interés antagónico que les mueve a los que las aplican, más que el de la propia identidad. Curiosa soberanía la que se jacta de sí misma en una perspectiva sumida en la escenografía de los campos de fútbol. Más allá de la concepción mediatizada y seguidista de estos impulsos sociales, en muchos sino en todos, orquestados para reconducir la masa, sólo cabe la mirada circunspecta y perpleja de quienes asistimos a un  nuevo episodio de catarsis colectiva. En ese estado de cosas, el pensamiento y la reflexión sobre el futuro más próximo, sea éste cual fuere, quedan relegados a la deserción del discurso político.

                        La soberanía europea está subrogada. Si no a qué viene el incansable y cansino percutor germano, tratando de asegurarnos el futuro con la  indócil apuesta por el ajuste, sin final cierto ni apenas vislumbrado. La expectante irrupción del primer ministro francés y su apuesta por el crecimiento, se ha visto reducida como un soufflé. La piedra de toque ha sido el viaje de la Canciller a Grecia. La respuesta social  contundente. Al igual que la suya al no ceder ni un milímetro en sus posiciones ya conocidas. El gobierno griego secuestra su propia soberanía y, con ella, la de sus ciudadanos: detenciones preventivas, cierre de los accesos al centro de la ciudad, suspensión del metro para reducir la movilización de los manifestantes ilegales al no autorizar ninguna manifestación alrededor del Palacio de Gobierno y más de 7000 policías con el apoyo de francotiradores desde los tejados. El FMI –Fondo Monetario Internacional- acaba de sustraer a España otro grado de soberanía más, cuando establece entre sus previsiones, que el crecimiento previsto por el Gobierno es irreal. La inmediata de éste ha sido aseverar, a través del ministro de Economía, que continuará  en su afán de equilibrar las cuentas públicas. Eso sí, con la aplicación de nuevos ajustes que se corresponde con el nivel de soberanía tutelada que acentúa este proceso donde el capitalismo halla asiento y reposo.

                        En Cuba y Corea del Norte, aún desconocen el sabor de la coca-cola. La actual Myanmar–anteriormente Birmania- ha dejado de pertenecer a este trinomio y se ha dejado seducir por la bebida aromatizada. Parece haberse redimido de su pasado represivo, cuando la secretaria de Estado de Estados Unidos revocaba la suspensión de las sanciones que impedían invertir en el país. Las secuelas son evidentes si recordamos el rostro de Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz en 1991, que no pudo recogerlo por el arresto domiciliario que padeció durante dos décadas durante la dictadura militar . Otra soberanía se transfigura con los laberintos económicos que permiten pasar de un extremo a otro.

                        En el cuarto mundo, las necesidades perentorias se ven suspendidas por la carencia de corresponsabilidad entre las diferentes administraciones públicas competentes y la no interlocución entre ellas. La soberanía individual se constriñe con la reducción de lo servicios sociales y comunitarios abocando al desamparo a los ciudadanos desahuciados y sin recursos. La Asociación Proderechos humanos y de Juristas 17 de marzo, han denunciado ante la Organización de las Naciones Unidas -ONU- a los gobiernos de España, Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Sevilla y la empresa de aguas municipal EMASESA. Por permitir la situación de precariedad e insalubridad que sufren desde  hace varios meses -concretamente cinco-, tras ocupar viviendas vacías de promoción pública, tras ser desahuciados. Sufren, desde entonces, la  falta de agua, luz, calefacción, a pesar de su interés en abonar los servicios y un alquiler asequible. Se trata de la llamada popularmente “Corrala Utopía”, del barrio sevillano de San Lázaro. Son más de 100 personas, de las que una tercera parte son niños y bebés. Al fin y al cabo, sólo reclaman y reivindican el respeto a su propia soberanía, que no es otra que la de cualquier ser humano.

Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. 


sábado, 6 de octubre de 2012

Off y on


La lentitud del magma


Por Pedro Luis Ibáñez Lérida*
 



"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".
John Donne


                                   La debilidad del poder se gesta desde el propio poder. Y no es producto de estrategias o maquinaciones en ocasiones en las que, como en el caso del 25 de septiembre, la policía, refrendo del poder ejecutivo, hace demostración patente de miedo. Esa sensación se traduce en la saña con la que quiso"restablecer el orden" . Pero, ¿de dónde proviene esa pulsión de  visceral intencionalidad represora sin medida?. Las imágenes de las persecuciones y cacheos en la estación de ferrocarril de Atocha incrementan este interrogante. En algunos momentos asistimos a escenas parejas al salvaje Oeste Americano, con pistola en mano, ademanes altaneros y trato vejatorio. En la propia calle la acción no deja de producir rechazo e indignación. Por identificar alguna, resultó patético como arrastraban a aquel hombre por la carrera de San Jerónimo. Antes lo habían sacado del grupo de manifestantes a a empellones. Este temor no sólo se circunscribe a las decisiones gubernamentales. Las medidas, posteriormente retraídas, del poder judicial parecen poner en entredicho el derecho de reunión y manifestación. Las declaraciones de la Delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Madrid, no se corresponden con un lapsus, torpeza o desconocimiento. Parecen impelidas por este ambiente proclive al pánico que, poco a poco, va contagiando la desmesura política. De las múltiples manifestaciones que se han celebrado a raíz de la postura omnímoda del gobierno de aplicar a machamartillo políticas de ajuste, apenas han ocurrido incidentes que puedan encuadrarse en actos violentos. Entonces, por qué ese virulento proceder. La participación activa y protagonista del ciudadano en los problemas de trascendencia social no puede ni debe considerarse como una amenaza. Más bien al contrario. Sin embargo pone en entredicho la representatividad al superponerse sobre ésta y adquirir el primer plano de acción política. La política no sólo atañe a los políticos, aunque pretendan aglutinar el máximo de influencia sobre ella. La falta de control es lo que produce ese miedo. La rebeldía también puede ser democrática.
                                   La sociedad civil parece salir de un letargo que tuvo su despertar en el movimiento 15M. Generó un grado de confianza y autoestima en el ciudadano anónimo que sus consecuencias reparadoras aún subsisten en el sustrato de las convocatorias que se viene produciendo desde diferentes posicionamientos críticos y democráticos. Desde el gobierno, con el presidente a la cabeza, no dudan en tratar de crear cargo de conciencia al ciudadano e insisten en sus justificaciones presupuestarias y ecónomicas, así como el de la imagen externa. En otros contextos, por ejemplo en la llamada "Primavera Árabe" el pulso democrático de un pueblo que reivindica sus derechos, se mide en la visibilidad que logran procurar  en las plazas públicas. Sin embargo, en sociedades como la española, portuguesa o griega, con un nivel de convivencia democrática de cierta tradición, parecen invertirse los términos. Lo que realmente colea es la desafección del poder político. La cuestión no radica exclusivamente en los efectos perniciosos de la corrupción, es más profundo que eso. La sensación de irreversibilidad de este momento político que parece conducirnos a un callejón sin salida es muy poderosa. Resulta poco alentador enfocar las posibilidades de recuperación económica en la regresión de incentivos sociales. Ciertos límites se han traspasado cuando se reduce significativamente la apuesta máxima de futuro y bienestar: la salud y la educación.

                                   El candidato republicano a las próximas elecciones en Estados Unidos no tiene cortedad en calificar de parásitos a sus compatriotas que viven de algún subsidio público. Pensar qué diría de las siete entidades bancarias españolas que necesitan 53.745 millones de capital público para sanear su nefasta gestión, debe ser poco recomendable para oídos castos. Según los informes del Banco de España, Bankia concedía préstamos sin garantías de la capacidad de pago del beneficiario. Las cuatro entidades "nacionalizadas" -Bankia, CatalunyaBank, NCG Banco y Banco de Valencia- suman más del 86 por ciento de las necesidades del sistema financiero. Mientras tanto los medios de comunicación públicos sufren un vertiginoso descenso de la audienciaen los informativos. El crédito que obtuvo en años anteriores se ha extinguido en un abrir y cerrar de ojos. Y es que desvincular la información de criterios eminentemente periodísticos para situarla bajo el paraguas político, sólo puede contraer la respuesta del televidente de obviarlos pulsando el botón off. Igualmente los ciudadanos no se resignan y expresan su inconformismo haciendo caso omiso a las declaraciones del presidente del gobierno que habla de esa "mayoria que no se manifiesta" y oprimen la tecla on en la reactivación de un protagonismo emergente en la acción política y no subsidiaria de su representatividad.

Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. 


El Diario de Alvaeno

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