Víctor Corocoba Herrero* |
Ahora sí
que ha llegado la ruina a España, una nación de naciones mal avenidas, donde
sus jóvenes investigadores, tanto del mundo de la ciencia como de las letras,
han de emigrar en busca de mejores espacios para desarrollarse, en aquello para
lo que han sido formados en su propio país. Multitud de científicos, con una
hoja de servicios impecable, se quedan en la calle, a pesar de su alta
formación. Lo peor que le puede pasar a un Estado es caer en la estupidez de lo
mediocre. Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la
tecnología, que ha de avanzar hacia una economía sostenible e innovadora. Si me
lo permiten, los recortes presupuestarios han de darse en el ámbito político,
jamás en lo que acrecienta la cultura de un pueblo. Hoy, más que en otro
tiempo, nos interesan estos jóvenes científicos, para avanzar y salir de la
crisis. Sin embargo, sobran aquellos políticos que han hecho de una vocación de
servicio el mayor negocio y la mayor corrupción de todas las épocas.
No entiendo
porque han de irse estos jóvenes formados en España, lejos de su tierra, cuando
más los necesitamos aquí. Se confunden los políticos españoles, se engaña el
gobierno español, utilizando las tijeras en lo que es el alma de la prosperidad
de las naciones y el manantial de luz de todo progreso, la ciencia. Un pueblo
que no cuida y protege a sus artistas o a sus científicos, es un pueblo que
camina hacia la miseria y la necedad. Hemos vuelto a una situación verdaderamente
alarmante, justo en un tiempo en el que es esencial adaptar y mejorar los
medios y los métodos de vida, fruto de la observación de la complejidad de los
fenómenos que a diario se producen en nosotros y en lo que nos rodea. Sin duda,
todos los enfoques científicos demandan del apoyo social, no en vano trabajan
al servicio del bien de las personas y de toda la humanidad, atentos a la
dignidad de todo ser humano y al respeto de la creación.
Hay que
cuidar al ser humano, pero también a su hábitat. A medida que la economía verde
progrese, alentada por una verdadera escuela de moral que es lo que ha de ser
la ciencia, todos ganaremos. Ya lo dijo el eterno y siempre actual, Miguel de
Cervantes Saavedra, "ninguna ciencia, en cuanto ciencia, engaña; el engaño
está en quien no lo sabe". Por consiguiente, un país que no estimula la
investigación científica es un país que tiende a la ruina de sus ciudadanos, y
a la decadencia social. Con esta huida de científicos, España, tiene todas las
papeletas para el desastre. Las sociedades venideras deben ser sociedades del
conocimiento, capaces de utilizar la ciencia para salvar vidas humanas y para
discernir los nuevos problemas. Por tanto, este país va en sentido contrario; puesto
que, es más preciso que nunca, movilizar hombres de cultura y de ciencia, para injertar
de manera integradora la ciencia a la vida.
Devaluar el
mundo científico es como insultar a la naturaleza en primavera. Una nación
puede vivir sin políticos, pero el papel de la ciencia y los científicos es insustituible
para evolucionar hacia sociedades sostenibles y sustentables. La ciencia es el
motor que no puede pararse, el carburante para los nuevos tiempos, la luz para
el aprovechamiento de los recursos. Habida cuenta de la importancia que tienen
las ciencias en relación con las cuestiones del medio ambiente y el desarrollo,
en lugar de recortar presupuesto, hay que fortalecer la capacidad científica y
tecnológica; es más, habría que fortalecer la infraestructura científica en
escuelas, universidades e instituciones de investigación. Hace mal, muy mal el
gobierno español, recortando en la formación científica. Olvida que la economía
global depende cada vez más del impulso del sapiencia y requiere una fuerza
laboral instruida en ciencias y tecnologías para combatir desde la pobreza al
cambio climático.
Las ideas
científicas hay que propagarlas, no pueden permanecer en un cajón, dormitando
en el silencio, vivimos una época en la que las naciones avanzan en la medida
que promueven la actividad investigadora. El caso de España, es un monumento a
la idiotez y una ofensa al investigador. La cifra global asignada a la I+D+i es
de 6.397,63 millones de Euros, lo que supone 2.192,16 millones menos de lo
aprobado para el 2011, es decir, un 25,52% menos. El descenso es generalizado
por tipo de actividad y de operaciones y es claramente superior al porcentaje
de reducción que se ha aplicado al conjunto de los Presupuestos. La comunidad
científica, al igual que los pobres, no pueden pagar las malas gestiones de
gobiernos. La cuestión de la corrupción política, en este país, ha hecho un
daño enorme en los caudales públicos. El día que los condenados por este tipo
de hechos, devuelvan todo lo robado, con sus intereses incluidos, o abonen con
trabajos a la sociedad lo que se han llevado gratuitamente, mientras otras
familias subsistían, tendremos presupuesto suficiente para estas gentes de
ciencia y de arte.
Es una
lástima que la creatividad sufra mermas económicas cuando más se requiere. La
documentación sistemática de países punteros en investigaciones científicas,
como USA, demuestra que la investigación académica más útil para los
profesionales de las empresas es la financiada por el Estado, realizada en
Universidades de investigación y publicada en revistas científicas. Además, los
políticos españoles deberían saber que la mayoría de los avances científicos se
realizan con investigación básica financiada por el Estado. Por otra parte,
nuestros dirigentes han de considerar que el crecimiento económico depende cada
vez más de la investigación. En consecuencia, el tijeretazo en estos recursos
no es de recibo, como bien decían en su programa electoral, con el que ganaron
las elecciones y hoy forman gobierno: "apoyaremos decididamente los
centros tecnológicos, los centros de apoyo a la innovación tecnológica y los
parques científicos... Ofreceremos a la sociedad un mapa nacional de recursos
científicos y tecnológicos... " Desde luego, las palabras que no van
seguidas de hechos, no valen nada. Por mi parte, subrayo otra vez: la ruina de
España está servida; le falta el activo rodaje del mundo científico y
tecnológico. Rectificar es de sabios.
*Víctor Corcoba Herrero/ Escritor
corcoba@telefonica.net
22 de abril de 2012
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