La lentitud del magma
Pedro Luis Ibáñez Lérida*
"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".
John Donne
La basura acumulada se cuenta por
toneladas. El dinero estafado no tiene precio. Desconocemos si corresponde
a la primera o a la segunda letra del alfabeto, dependiendo si su origen es
oscuro o más oscuro. Claro ya no existe nada. Los desperdicios orgánicos se
descomponen en medio del viario urbano. El hedor corrompido y soliviantado
por la tenue brisa, se eleva y tufa las
narices. En los bancos huele a mezquindad. Nada más traspasar el umbral, una
sensación de desconfianza y cierta repulsa nos invade. Los basureros están en
huelga. Sevilla es una gran bolsa de basura. Novedad en los noticieros de medio
mundo. La ministra de Sanidad se ahoga entre tanto confeti. Apenas respira. Si
acaso el ronquido del último hálito. Tiene los días contados. Al igual que los
más de 6 millones de desempleados. Pero éstos no tienen ganas de jarana. Claman
el cruel destino de sus lamentaciones: nada. Como también lo es el principio
regulador de esta sangría social: nada. O el decoro y la honestidad: nada. En
la cima de los montículos de basura de la ciudad hispalense se lee: "Este
es el monumento a los políticos". Dicen que por qué los trabajadores
no aceptan la propuesta del ayuntamiento. Su cerrazón, según otros, nos lleva
al descrédito internacional. No son solidarios ni sensibles a la situación
social que estamos sufriendo, insisten en los medios de comunicación... La
huelga es la respuesta a la pregunta que no se hace. Es el daguerrotipo que
imprime la realidad que nos sacude. Es el negativo y positivo a la par. La
fetidez que exhala la situación social y política que vivimos. Dos caras de una
misma moneda. La cuestion es de tan aguda decrepitud que se pone entredicho el
derecho a contrarrestar este avance demoledor del capitalismo. Fernando
Aramburu sentencia que "El dinero gobierna a los gobiernos".
El escritor donostiarra resume ese sentir, el popular que es fruto del
desencanto acumulado. Las huelgas tiene repercusiones y consecuencias, por eso
se hacen. Es obvio que si afecta a la limpieza urbana las incomodidades sean
las que son, no otras. Con ella la nada se ha disipado como el carruaje de la
Cenicienta. La nada es la basura que nos rodea, la que no puede ocultarse, la
realidad tozuda. Frente a ésta la otra nada: las cuentas bancarias, los
sobresueldos, la contabilidad, los regalos, etc...
Manuel
Rivas afirma que no existe un momento inicial en el que uno se convierte en
escritor, más bien una actitud, "Yo quería ser el que escucha".
El autor de El lápiz del carpintero apostilla un principio aleccionador,
ya que la escritura es, en suma, la capacidad de recobrar el aliento sobre lo
evidente y, sin embargo, depreciado. La intrahistoria de lo mayor, el pespunte
que hilvana la prenda que será. Tal aseveración nos confirma otro hecho: los
diputados integrantes de la Comisión de Economía no escuchan. Será un mal menor
que no sean escritores o, quizás, un bien mayor. Quién sabe. Lo cierto es que
la intervención de Ada Colau, la portavoz de la
Plataforma de Afectados por la Hipoteca fue atendida con los tímpanos
cubiertos con tapones de cera. Rostros de cartón piedra. Sólo los sacó de su
abstracción cuando el presidentede la comisión amenazó con suspender la sesión
y le pidió que retirara sus palabras. El patético sermón no hizo mella en esta
mujer. Y no hizo declinación de una sola de sus afirmaciones y calificaciones.
Su voz quebrada, por momentos, parecía contener ese dolor antiguo cosechado en
jornadas interminables de desahucio.
El
contable Raymond Chandler fue despedido en el año 1932 de la empresa
petrolífera en la que trabajaba. El alcohol empezaba a hacerle mella. Decidió
entonces recurrir a la literatura como sustento. Se iniciaba el proceso de
transformación en la que el relato policiaco ascendería a otra dimensión. Pero
hasta ese momento, al autor de El sueño eterno le pagaban un centavo por
palabra en las ediciones de cuentos llamados pulp. El personaje del
detective privado Philip Marlowe, que creara el escritor estadounidense,
tendría trabajo asegurado con la vasta extensión de corrupción y bajos fondos
en los que se recrea la sociedad. Las personalidades que acusan los personajes
de la novela negra de Chandler, no se resisten a ser configurados en la
estética actual. Mantienen esa extraña y seductora afinidad por la oscuridad.
Vean si no el escarnio que produce la adquisición de bancos al precio de un
euro. Tres entidades financieras -CAM, Unnim y Banco de Valencia- han sido
adquiridas a ese precio por otras tantas y respectivas -Banco Sabadell, BBVA y
Caixabank--. Tras ser auxiliadas con fondos públicos -11.700 millones- y
previamente nacionalizadas, ahora se produce esta escandalosa venta. La
transparencia brilla por su ausencia, la misma que el presidente del gobierno
fabula en la intervención pública sobre su declaración fiscal. Insistía en su
comparecencia para aclarar los papeles pintados de su partido, que la
expondría publicamente. De nuevo volvemos al sustantivo femenino, pues, hasta
ahora, nada de nada.
*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com
Artículo patrocinado por LetrasTRL Nº. 55-febrero-2013
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