La lentitud del magma
Por Pedro Luis Ibáñez Lérida*
*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com
"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti". John Donne
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti". John Donne
Lagartos al sol,
la comuna billonaria
Estos tipos son de esa calaña que les
permite autocomplacerse desde una arrogancia ilimitada. Advertir de su existencia no es más que un gesto de sana
indicación. Un billonario es aquél que tiene en su cuenta corriente un millón
de millones. Lo que nos da medida de lo que puede significar un club que lleva
este nombre -billionaire, en ingles- y que se regodea del dinero que abulta en
los bolsillos de sus selectos miembros o asociados. Si antes fueron ciudades
como Cerdeña, Estambul y Montecarlo, ahora le toca el turno a Marbella. Todas
forman parte y detentan el dudoso privilegio de albergar en su término
municipal un club de estas características. El magnate italiano Flavio
Briatore, parece haber visto más allá de la triada europea para apostar sin
complejos por la ciudad malagueña. Mientras para algunos España se encuentra en
una situación límite, para éste la optimización de los recursos económicos que
invierte no debe ser de tanto riesgo cuando inaugura una discoteca en el país
que todos miran con lupa por su falta de solvencia económica. Tal vez sea la
influencia del yerno de Aznar -ex presidente del gobierno español- y socio del
multimillonario, Alejandro Agag, que habrá obrado el milagro de hacer ver a
éste la multiplicación de los panes y los peces. Aunque más bien se trate de
una condición de temperatura corporal que aviva el irrefrenable deseo de
permanecer al sol, como los lagartos, o de refrescarse bajo el influjo de la
luna previo pago de 1000 euros. Este es el precio de la entrada a los
sofisticados saraos que organizan. No erraremos el fundamento si la
climatología no se vive de la misma manera por todos. Ahora que la intemperie
es el lugar más frecuentado por la deshumanizadora y cínica imposición bancaria
de machacar a las personas sin recursos con el desahucio.
Las
cuitas de la ministra de Empleo y su oficio con el correo electrónico son
"peccata minuta" con la tragedía que no sólo sufre España.
Igualmente lo son en el caso de los expedientes de regulación de empleo -ERE-
en la comunidad autónoma de Andalucía o la aplicación de la Reforma Laboral en
la plantilla de los trabajadores del Partido Socialista Obrero Español -PSOE-,
aprobada recientemente en el Congreso de los Diputados con el voto en contra de
este partido. En ambos casos nadie reconoce su responsabilidad. Ni siquiera
orgánica en el sentido de salvar la ética de sus principios como representantes
políticos. Son 48 millones de ciudadanos europeos los que se encuentran en
situación de desempleo y desestabilizan la forja del empeño corrector europeo
que preconizan desde Alemania. Sin embargo los gestos sin ser determinantes son
importantes. No se someten a la norma establecida y profundizan en la
fiabilidad de sus directamente beneficiarios. Librar pequeños conflictos para
recuperar o fortalecer la animosidad y encarar el futuro, generan dosis de
calmadas expectativas. El ayuntamiento de la población granadina de Peligros ha
tomado la decisión de no permanecer indiferente ante los desahucios que sufren
sus vecinos y ha cancelado las cuentas municipales con Caja Granada. Entidad que no ha sido
sensible a los requerimientos del ayuntamiento al solicitarle reiteradamente la
negociación con las personas afectadas para tratar de solucionar esta problemática.
Además ha aconsejado a las familias que se encuentren en esta situación que los
servicios jurídicos del consistorio están a su total disposición y gratuidad
para asesorarles.
En
el año 1875, en París, se produjo una insurrección de los trabajadores, la
"Comuna de Paris". Durante 60 días el levantamiento popular
consolidó una forma de gobierno apoyada en el cumplimiento de la satisfacción
de las necesidades sociales que mantenían a las personas con menos recursos
sometidas al poder especulatorio. Uno de sus decretos revolucionarios fue,
entre otros, la remisión de los alquileres impagados y la abolición de los
intereses de las deudas. No serán estos los principios que acompañen los 65.000
millones de euros que el gobierno del Partido Popular -PP- ha enunciado a través, esta vez sí, de los
labios del presidente del gobierno como
medida innegociable de reducir el déficit
del estado. Señala que "es lo único que se puede hacer para salir
de esta postración". Una evaluación que parece más producto de la resignación
que de una actitud dispuesta a contrarrestar los males que siguen activos, como
es el caso del sistema financiero.Tal vez por esa mala conciencia el PP haya
decidido, en un nuevo alarde de regate corto, acceder a que la comisión de
investigación sobre Bankia convoque a los directamente responsables de su
gestión. Llegados a este extremo cualquier cosa vale para derivar
responsabilidades.
Los
mineros retornan a sus localidades de origen tras la larga "marcha
negra". No es precisamente carbón lo que en sus rostros apesadumbrados
y duros tizna. Tras recorrer cientos de kilómetros, demudados por el esfuerzo,
contenidas en sus pesarosas miradas los ánimos de pueblos y ciudades a su paso,
abren el estío en dos mitades: la respuesta incontestable de la dignidad frente
a la agresión y el redoble de la conciencia como convocatoria abierta a la
resistencia numantina frente a los tributos con fines meramente mercantiles.
*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario