La política inmigratoria de la UE producirá
indefensión a ocho millones de inmigrantes
(La inmigración) (Tragedia humanitaria)
En estos momentos
en que escribo la introducción del artículo que escribí en junio de 2008*, y al
que hice una revisión en septiembre de 2010**, miles de seres humanos están
siendo atacados por las medidas irracionales e injustas que está llevando a
cabo la UE al respecto de la entrada de éstos desde el mediterráneo y
concretamente desde Grecia hacia Macedonia, donde en estos últimos días hemos
podido asistir con incredulidad y estupor al ataque por parte de fuerzas de
seguridad contra miles de seres humanos que huyen de la barbarie impuesta en
sus países de origen por el lobby más sanguinario y
cruel que establece las reglas en esta nueva guerra mundial.
Recuerdan estas imágenes a aquéllas otras que
Europa tuvo la desgracia de ver, aquellas miles de almas buscando una salida
hacia la vida, porque de quedarse en aquella Europa de la segunda guerra mundial,
la muerte era la única forma impuesta por la maza atroz del nazismo, el
fascismo y el comunismo, muchos huían de Rusia, otros miles de Alemania,
Italia, España y Francia, entre otros países, miles cayeron antes de alcanzar
el sueño anhelado: vivir en paz y dignamente.
Unos versos de Gustavo Adolfo Bécquer dicen:
“Volverán las oscuras golondrinas de tu balcón sus nidos a colgar”, una imagen
muy lírica, que nos puede dar una idea del romanticismo de este poeta, pero
dados los tiempos que corren, estos versos podríamos entenderlos como que están
volviendo las oscuras hordas de bárbaros que masacran a millones de desdichados
que no tienen otra cosa en sus vidas que el intento de no morir antes de llegar
a esa tierra prometida llamada Europa, tierra que en lugar de dar asilo a
mujeres, hombres y niños, los repudia, poniendo de manifiesto que en esta unión
de países, se abren las fronteras a los mercados, y se firma a puerta cerrada
el TTIP (Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones), entre Estados Unidos y Europa y
se condena a las personas a la exclusión, al escarnio y la humillación que esas
leyes antiinmigración producen. La actitud de estos mafiosos de la política y
el mercado es deleznable en tanto que acuñan un nuevo orden en el que los seres
humanos somos algo menos que ganado: reses para llevar al matadero de sus leyes
e imposiciones, esclavos a los que someter bajo el sucio y perverso discurso
con el que enmascaran sus intereses reales.
El recibimiento que les ofrece esta UE del
modernismo y el capitalismo a esas miles de personas, es bárbaro, salvaje,
insolidario, injusto, y de una demencia abrumadora. ¿Los poderes que dictan las
normas se han vuelto locos? ¿Estamos ante un nuevo holocausto?
Esto es lo que escribí en 2010, y dos años antes,
en 2008 relacionado con este tema, han pasado algunos años, y creo que el
artículo citado es tan vigente como entonces, con la única diferencia que en
este dos mil quince las circunstancias y los hechos son, si cabe, todavía más
terribles.
**Septiembre de
2010:
¿Por qué Europa asiente y asiste impasible a
las medidas que Sarkozy ha puesto en marcha en contra del pueblo gitano?
Hace dos años que escribí un artículo en
Junio de 2008, y hoy todo sigue igual o peor. A España, por ejemplo le cuesta
unos ochocientos euros mantener en la cárcel a un inmigrante. ¿Por qué no se le
da ese dinero para que pueda tener una vida digna y una oportunidad de trabajo,
pero en libertad?
¿Por qué se gasta tanto dinero en construir
cárceles en lugar de emplearlo en proyectos sociales con los que esos
inmigrantes se puedan integrar al país a donde han llegado?
*Junio de 2008
No deberíamos de creer que el fenómeno es
exclusivo de estos días. Porque la historia constata miles de movimientos de
humanos a través de todos los tiempos. Los
motivos no son muy distintos, por que en nada se diferencian los de tiempos
pasados con los de ahora. El hombre en su condición de búsqueda por mejorar su
entorno, y sus riquezas, ha protagonizado incursiones en todos los rincones del
planeta en el que es, por supremacía, el rey todo poderoso. Pero al mismo
tiempo es el simio insignificante que en su pretensión de estar por encima de
todas las cosas se destruye a sí mismo y cómo no a sus congéneres.
¿No es la inmigración un reflejo de la
inquietud de los humanos por superarse, y por conseguir lo que otros poseen con
los derechos, y deberes de todo ciudadano, con el respeto y la libertad que a
todos nos debería amparar, y sin embargo ampara a unos y desampara a otros?
¿No son las democracias modernas las
causantes de ese fenómeno, al cerrar las fronteras, y dividir el mundo en
parcelas? ¿No es de todos el derecho a tener una vida digna, y vivir donde a cada cual le plazca siempre que se responda
ante los deberes, y derechos establecidos con respeto y libertad, sin
discriminación de ningún tipo?
Desde mi punto de vista la inmigración no es
un problema, el problema está en la ineficacia de los gobiernos y por tanto en
la pasividad de las democracias. El pueblo se mueve de un lugar a otro desde
tiempos remotos e intenta asentarse en los lugares donde puede crecer,
prosperando, cultural y económicamente.
¿Por qué los países mal definidos “libres” y
“demócratas” cierran sus fronteras y sueltan los fantasmas de la xenofobia
entre sus contribuyentes, en lugar de buscar solidarizarse con los países de
origen de dichos inmigrantes para, en la medida de lo posible, atajar el
fenómeno creando soluciones con sus gobiernos y haciendo que esos hombres,
mujeres y niños tengan en su tierra de nacimiento lo que buscan en ese éxodo
hacia la tierra prometida jugándose en muchos casos la vida?
Y ahora Europa decide que se pueden retener
hasta dieciocho meses a todos aquellos inmigrantes que se encuentren en
situación irregular; retenerlos, y luego enviarlos a sus países de origen, o a
terceros países con los que se hayan pactado planes de repatriación.
Inadmisible me parece esta medida, y que haya sido apoyada por los partidos
socialistas, incluyendo el español, me parece un ataque contra los derechos
humanos, que lo es, sean los partidos de izquierdas o de derechas quienes lo
apoyen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario