Por Alvaeno
Las piedras, Uruguay
9 de julio de 2015.
Las piedras, Uruguay
9 de julio de 2015.
Sigo, con poca sorpresa
e ingenuidad las modas de este caluroso verano, que nos tiene fritos a media
España, mientras los “lores” de la política se bañan en agua de carabaña y
beben licores espirituosos en balnearios de lujo donde, sin abrir el grifo,
trasvasan cantidades indecentes de impuestos (sudados por el sumiso pueblo que
los mantiene), a sus cuentas en los paraísos fiscales. Pero esto no tiene mayor
importancia, lo importante es un león, el rey de la manada, que ha sido muerto
con arco y flecha, es más que una imbecilidad decir que ha sido muerto con arco
y con flecha, ya que el uno sin la otra es como si al yin le quitamos el yang.
Decía que sigo sin
sorprenderme y sin ingenuidad las modas del verano, y a este le han colado dos
goles, de momento, en todas la redes sociales, donde podemos ver cómo se
comparten las dos “noticias” tan increíblemente increíbles, valga la
redundancia, una la del león que un señor con muchos dólares o euros, ha matado
como se hacía en la antigüedad, con arco y flecha; la otra la de la sirena
hallada por unos pescadores en no sé qué lugar del norte, puede que en Irlanda,
o a lo peor en el norte del Imperio, ese que tanto mal ha causado y seguirá
causando a la humanidad; digo que, si un señor con mucha pasta y sin
escrúpulos, no ya por matar al pobre león, sino por pagar la insultante
cantidad de cincuenta mil pavos por llevar a cabo su acción, no podemos decir
de él otra cosa que es un auténtico villano, entre otras cosas por pagar esa
cantidad con la que un buen motón de familias (no es demagogia), podría
alimentarse durante algunos días, pero esto a ese villano, le trae al fresco,
cosa tan necesitada en este caluroso verano que a los que no tenemos aire
acondicionado, ni perro que nos ladre, nos está dejando más idiotas de lo que
ya somos, será porque dicen que el calor atonta, y la música ejecutada con arco
y flecha amansa a las fieras hasta el punto de matarlas, y para que nuestro
imaginario mitológico sea regado con una buena dosis de ilusión, nos encuentran
a una sirena, y los idiotas, que por regla general no suelen contrastar las
noticias, pican como peces ingenuos el anzuelo, y se lanzan a tumba abierta por
las redes sociales compartiendo la foto de una sirena que más bien parece una
modelo anoréxica vestida por Christian
Dior, que un personaje legendario perteneciente al folclore y las
leyendas antiguas, y que la iglesia convirtiera en criaturas que representaban
la voluptuosidad asimilando, además, sus cantos con las falsas doctrinas, y no
me extraña, para eso la iglesia siempre ha sabido poner “bien” las cruces en
las íes.
Así que se va julio, y
viene agosto, cumpliré cincuenta y cuatro años en ese tórrido mes, esperanzado,
ingenua e inútilmente, en que algún día la especie humana, y sobre todo la rama
de los idiotas, deje de ser tan necia, o al menos, con la no menos inútil
ilusión, de que en el futuro todo ese ejército de descerebrados que pululan por
las redes sociales contrasten las noticias antes de compartir algo meramente
trivial...
Será el calor que no
solo atonta, sino que mata a las fieras, eso sí, con arco, flecha y sirena.
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