"La muerte de
cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti". John Donne
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti". John Donne
Apenas sabíamos el resultado de las
elecciones presidenciales en Francia, la sensación de impunidad y
descrédito campaba a sus anchas en España. Las resonancias de un nuevo y
esperanzador ritmo en la Unión Europea -UE- que se desvinculara de las
agresiones sociales, hasta ahora con una disciplina presupuestaria de
consecuencias visibles y manifiestas, y recogiera la senda del crecimiento,
contrastaba con la esperpéntica dimisión del presidente de Bankia y su matriz,
Banco Financiero y de ahorro -BFA-. En el entramado político las casualidades
no son fruto del azar caprichoso. Era el momento político más adecuado para
abrir en canal la putrefacta gestión de la que, hasta ese momento, parecia ser
una fusión de entidades de ahorro modélica. Resulta patético que el ex ministro
de Economía con el gobierno del Partido Popular -PP- y presidencia de
José María Aznar y también ex director gerente del Fondo Monetario
Internacional -FMI-, tras su dimisión reiterará el compromiso social de la
entidad que presidía y la solvencia de su gestión.
¿ Cuál ha sido el sustrato de
todo este proceso degenerativo ? Podría resumirse que estamos ante ídolos
falsos con pies de barro que diluyen su
responsabilidad en la "nacionalización" de una entidad
bancaria símbolo del ladrillo. Siendo éste un término excesivo para la
verdadera estrategia que lleva a cabo el gobierno. No existirá un reparto de la
riqueza y sí la asunción de los ciudadanos a los que nos obligarán a sanear la
entidad como en ocasiones precedentes. Al cierre del ejercicio de 2011, BFA
acumuló riesgos por un valor de 65.983 millones de euros en los sectores de la
construcción e inmobiliario. Los préstamos a las promotoras eran de 37.517
millones de euros. Pero esto no queda aquí. El valor de los de inmuebles
adjudicados o adquiridos es de 13.950 millones de euros. Curioso ejercicio
previsor el del año 2010 cuando se fusionaron
Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja de La Rioja,
Caja Ávila y Caja Segovia. Estas cajas formaron lo que vino en llamarse Sistema
integrado de protección -SIP-. Tras la fusión éste se convirtió en el Banco
fianciero y de ahorros -BFA- que recogía los activos de menor garantía y que
además recibió 4465 millones de euros de ayuda del Fondo de reestructuración
ordenada bancaria -Frob-. Desde este mismo organismo recibirá ahora entre 7000
y 10.000 millones de euros para sanear la infecta herida de la que mana pus.
No
contento con ello la aventura bursátil de Rodrigo Rato ha caído hasta
límites insoportables. Y no es de extrañar que las espeluznantes cifras sigan
aconteciendo en posteriores días y ofreciéndonos la consumación de un finiquito
en números rojos. Salió a Bolsa en el mes de julio de 2011 con un valor de 3,75
euros por acción. En la actualidad la merma llega al 40 por ciento. Mientras
los recortes del gobierno en sanidad y educación suponen 10.000 millones de
euros, José Ignacio Goriolzarri, el sustituto de Rato tras su dimisión, cuenta
con una jubilación anticipada, según lo acordado entre el banco BBVA y el
directivo, por lo que percibirá una pensión anual del 80% de su sueldo base,
que ascendió a 4,28 millones de euros en 2008. Una vez transcurridos los diez
años que quedan para que cumpla 65 años, el directivo percibirá los 52,49 millones
de euros que el banco le tiene asignado en concepto de jubilación.
Visto
lo visto el infierno no es habitat para ángeles. Los "sufridos"
prohombres de la economía tienen directo pasaporte para el tártaro, porque la
bondad no se regala, se construye en silencio.Tristísima paradoja si en esta
oportunidad pretenden hacernos creer que el cielo está en la tierra. Cuando es
el infierno el que está en el cielo. Un nuevo tiempo se advierte en la
regresión de derechos que se une a este lento e inexorable tiempo de dudas e
incertidumbres. En Bankia se refiere y reconoce una gran mentira sin
mentirosos. Es decir, acabada la función ésta no ha existido. O lo que es más
grave, una vez jugado al desempleo, desahucio y despido, ahora el mayor
desahogo es liberarse de responsabilidades. Entonces los ángeles abran muertos
precipitándose desde la torre de marfil que han construido y que les sirve para
arrojarse al vacío de su propio desengaño. Las delirantes cifras que rodean
este fracaso, desvelan que la ambición humana esta revestida de tecnicismos
económicos. La voracidad inmobiliaria ha consumido no sólo el sentido común. Ha
alentado una actitud ciega superponiendo el interés pecuniario al interés
social.
*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com
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