Hoy ya es un dato de la historia de nuestro país que la
dictadura cívico-militar de los Partidos Colorado y Nacional fue instalada, al
igual que en otros países de Nuestra América, para imponer la política
socio-económica neoliberal, una política de ultra-derecha que ha seguido siendo
aplicada por todos los gobiernos de Uruguay desde la dictadura hasta
hoy.
La destrucción de la familia en Uruguay empezó con la
dictadura, 1968-1989, con su bestial agresión al pueblo uruguayo, torturas,
asesinatos, desapariciones, campos de concentración, diáspora, miseria,
marginación, engaño y agresiones como método de gobierno, vida infra-humana
durante un largo tiempo; y con la instalación de la política socio-económica
neoliberal continuada con todos los gobiernos en democracia hasta
hoy.
“Por otro lado, nada resultó más fácil que incorporar
la generación rebelde de 1968 – esta vez los situacionistas – a un floreciente
sistema capitalista que era más indulgente que cualquiera de sus predecesores
respecto a la diferencia de gustos personales y estilos de vida, y que
funcionaba y se presentaba a sí mismo cada vez más como aquella economía y
sociedad del espectáculo público manejado por los medios de comunicación. El
éxito académico aportaba cada vez más dinero. Las décadas de 1990 y 2000 fueron
la primera era de los multimillonarios con licenciatura de
investigación.”
La cita es del libro de Eric Hobsbawn CÓMO CAMBIAR EL
MUNDO, página 402, Editorial Paidós, 2011. Según el diccionario de la
R.A.E., INDULGENCIA es “1. f. Facilidad en perdonar o disimular las culpas o
en conceder gracias.” E INDULGENTE es “1. adj. Inclinado a perdonar y
disimular los yerros o a conceder gracias.”
El cambio social de la etapa liberal del capitalismo a la
etapa neoliberal empieza en los años 1970 – de ahí las dictaduras en Nuestra
América – y entre otros muchos cambios, trae éste de perdonar o disimular la
diferencia de gustos personales y estilos de vida. Allí empiezan
cambios sociales que se desarrollan y afirman en las décadas siguientes. Estos
cambios no han sido estudiados en relación al neoliberalismo. Al neoliberalismo
no le interesa que se estudien.
Una de las consecuencias más destructivas del
neoliberalismo es la profundización de la brecha entre los más pobres y los más
ricos, el aumento de la desigualdad social con el resultado inevitable de la
fragmentación de la sociedad y de su núcleo primordial para la cohesión social:
la familia. La familia con su figura materna y su figura paterna naturalmente
diferenciadas, la familia con hijos, hermanos, abuelos y nietos, tíos, primos,
aquello que antes del neoliberalismo llamábamos el
hogar.
La fragmentación de la sociedad y la destrucción de la
familia, y la violencia social que le sigue, es responsabilidad de todos los
gobiernos que han aplicado el neoliberalismo, desde la dictadura hasta hoy. El
primer gobierno del progresismo del Frente Amplio, 2005-2010, administración del
Dr. Tabaré Vázquez, cerró en el 2010 con un aumento en la brecha entre pobres y
ricos, resultado inevitable de la aplicación de la política neoliberal.
No, no todos somos responsables. Los responsables de la
destrucción de la familia son la dictadura y los gobiernos que continuaron
aplicando la política neoliberal en democracia. En nuestro Uruguay, el
responsable es particularmente el progresismo, que creó falsas expectativas de
aplicación de políticas de izquierda, que no es uruguayo, que es una
organización política internacional hoy de ultra-derecha y que aplica la
política socio-económica neoliberal.
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