Letras tu revista literaria

lunes, 25 de noviembre de 2013

La mujer como objeto de enfermedad

Carta a una estudiante de Sociología sobre la Medicina sin límites (y las mujeres)*


     2013-11-25    
    
Querida estudiante de Sociología:
A veces la vida te da bofetadas donde menos las esperas.

Las más dolorosas son las que te vuelven del revés.
A veces las bofetadas te detienen en tu deambular.
Vas de prisa de aquí para allá, clases, exámenes, reuniones, viajes, nuevos amigos, viejos compañeros, amistades femeninas y masculinas, hermanos, amigos de infancia, papá y mamá, abuelos, algún primo, vecinos, idas y venidas, vives la vida, vas al cine, haces teatro, aprendes, estudias, debates, lees, vibras, sientes, bailas, bebes, te enamoras, tienes sexo con y sin amor, discutes, te enfadas, hablas, te quejas, propones, ansías, dudas, escribes, aprendes, te enterneces, lloras, sueñas y sin saberlo vas adquiriendo una "cáscara amarga" que a ti misma te asombra.

La "cáscara amarga" del miedo a la vida, al "después de la facultad".

No hay buenas perspectivas, no hay planes definidos, no hay relación entre tu "capital docente" y el que se precisa para trabajar. Tienes miedo a terminar y a tener que emigrar, o acabar sirviendo copas a los "erasmus" de turno.

Y de pronto recibes una bofetada de esas que duelen, de las que te vuelven del revés, de las que te detienen en tu deambular. Descubres la brutal realidad de la Medicina y de sus abusos. No lo puedes creer. Es imposible que sea cierto. ¡Es increíble lo que hacen con las mujeres!

Hay una Medicina sin límites, hay un exceso médico global. ¡Y tú sin enterarte y ese es un campo que merece el estudio!

Hay todo un ámbito de sociología de la salud con excelentes sociólogos españoles.

Vacunas
En lo personal apenas has tenido contacto con los médicos, poco más allá de unas anginas de pequeña y las vacunas del calendario obligatorio.

"¿Obligatorio?" No, ya lo has aprendido, no es obligatorio. Es, además, discutible. Las vacunas no son remedios mágicos sino simples medicamentos. En Granada hubo un brote de sarampión, por los "antivacunas". Es conocido en toda España, hasta a ti te suena. Intervino el juez para obligar a vacunar a unos niños. En total hubo 50 casos.

Unos meses después hubo otro brote en Sevilla, casi 40 veces mayor (en torno a los 1.800 casos, casi todos de pobres, gitanos y excluidos). No por antivacunas sino por no llegar los servicios sanitarios a los que más lo necesitan (ahora sabes que eso se llama "Ley de Cuidados Inversos" de forma que cuantos más cuidados se precisan menos se reciben, cuestión grave si hablamos de equidad). Casi nadie conoce este brote.

En Granada el brote de sarampión se controló porque sus médicos y enfermeras de atención primaria habían llegado y llegan a los gitanos y a otros grupos de excluidos sociales. Son grandes profesionales. Pero todo el mundo recuerda lo de los antivacunas de Granada. Es como lo de la gripe, otra vacuna que tal, sólo que ésta no sirve para nada, sólo efectos adversos, pero ¡quieren obligar a los profesionales sanitarios a ponérsela! En Nueva York ya lo han logrado. Hay que estudiar este loco mundo de las vacunas, tan irracional y absurdo. ¿Quién pagará a los que toman esas decisiones contra la ciencia y desacreditan las vacunas todas?

La vacuna del sarampión tiene también su lado social, como bien demuestra el brote en Canadá, sin antivacunas y con alta tasa de vacunación. Realmente la vacuna del sarampión es una "bomba de tiempo" de forma que retrasa los brotes hasta 20 años. Por eso ahora no hay en América Latina, porque no han pasado 20 años desde el inicio de la vacunación allí. Ellos se creen que es por los antivacunas en Europa.

Pero lo más interesante es lo de las mujeres del "cinturón bíblico" en Holanda, que rechazan las vacunas y por ello sufren el sarampión y sus consecuencias, adquieren "defensas" de por vida y se las transmiten a sus hijos (nacen con anticuerpos para defenderse los primeros meses de vida). Las mujeres vacunadas no pasan el sarampión, tienen niveles bajos de anticuerpos (y peor cuanto más retrasen los embarazos, ahora el primero casi hasta casi los 40 años). La vacuna del sarampión, pues, evita el sarampión en las niñas de hoy para que lo tengan de jóvenes, o peor, sus hijos que nacerán sin defensas. ¡Esto hay que estudiarlo, es interesantísimo!

 ¡Hay que estudiar vacunología social! Hay que entender el complejo mundo de las vacunas y su situación en la imaginación y en el terreno donde interaccionan la ciencia, la política, la religión, las creencias, los intereses económicos, los viejos miedos a las epidemias, el uso de la Medicina para el control de las poblaciones, la "autoridad" sanitaria y mucho más.

Citología
Has ido ya al ginecólogo. Te llevó mamá. Para la píldora, y por si te ponías la vacuna contra el virus del papiloma humano. Te rebelaste. No querías que te "hurgaran", ni querías la vacuna, ni hacerte análisis. Te hurgaron y te hicieron análisis (todo ello innecesario para empezar con la píldora) y te juraste que nunca más. Conseguiste que no te vacunaran (no querías terminar como tu amiga, con unas convulsiones de efecto adverso y tratada con antiepilépticos, sin poder salir de marcha ni tomarse una miserable caña).

Ahora sabes que la citología (Papanicolau) para el diagnóstico precoz del cáncer de cuello de útero es una técnica de la que se abusa en España. De hecho es algo innecesario en España y menos a tu edad. En España el 99,7% de las mujeres no mueren de cáncer de cuello de útero. Los programas de citología provocan más daños que beneficios. Cumplen, también, la Ley de Cuidados Inversos y no llegan a quienes se podrían beneficiar como prostitutas, presidiarias, drogadictas, vagabundas y excluidas en general. Así, de cada 5 españolas muertas por cáncer de cuello de útero, a 4 nunca se les había hecho una citología. Mientras tanto se hacen 10 millones de citologías cada año a las españolas que no lo necesitan, con los consecuentes efectos adversos, falsos positivos, conizaciones y hasta extirpaciones sin fundamento. Hay que estudiar las razones de este encarnizamiento, de este ver "sucias" a las mujeres y sus vaginas, y de hacer negocio haciendo daño.

¡No digamos ahora que además determinan la presencia del virus del papiloma humano! Menos mal que has aprendido que esa vacuna es también de las "productoras de dinero", como la de la gripe. Los virus del papiloma son parte del ecosistema humano y conviven en la vagina y en la piel y las mucosas con otros gérmenes y con las propias células humanas. Además, la vagina y el cuello del útero se "limpian" de los pocos virus cancerígenos sin problemas. Por ejemplo, tenían virus contra los que se vacunan, en un estudio en Barcelona, apenas el 28% de las lesiones cancerígenas de cuello de útero. Lo de vacunar contra el papiloma es un experimento, una intervención más en contra de la mujer. Es remachar el cuerpo de la mujer como carne de cañón. Lo malo es la vacuna en las vírgenes y ahora lo peor es promoverlo incluso en las que ya tienen experiencia heterosexual vaginal, el colmo de lo innecesario y sin fundamento científico.

Menopausia, osteoporosis y embarazo
El paradigma de la mujer como "débil" y necesitada de prevención y "enferma" a la que hay que "curar" desde que se hace mujer hasta que se muere sostiene y alimenta a muchos especialistas de ginecología-obstetricia, y de medicina de familia. Transformar el embarazo, parto y puerperio en enfermedad sostiene una especialidad, como un ejército sostiene a una lengua para transformarla en nación. Lo lograron, además, con la transformación de la menopausia en enfermedad cuyo "tratamiento" dejó en el mundo un reguero de cientos de miles de mujeres con cáncer de mama, infartos de miocardio, ictus y embolias pulmonares (irónicamente en esto se añadieron a los especialistas citados algunos de cardiología). Y sin arrepentirse al ver el daño, al contrario. Siguen ahora con el mismo encarnizamiento con la osteoporosis que presentan como enfermedad en forma de epidemia invisible o silenciosa, para atemorizar (aquí se suman algunos traumatólogos y reumatólogos). Así han logrado que España sea líder en el mundo de consumo de medicamentos para la osteoporosis, sin que disminuyan las fracturas de cuello de fémur (al contrario, a más densitometrías y medicamentos, más fracturas).

¿Qué decir con el embarazo? Recuerdas el de tu hermana. Ecografías, análisis, citas y re-citas, pruebas y más pruebas, medicamentos todos los días, baja laboral por el agobio de los resultados anormales...¡y todo innecesario!. En el embarazo normal no tiene fundamento ni siquiera una (1) ecografía de control, ni la determinación de O Sullivan y similares para la diabetes gestacional, ni el dar ácido fólico más allá de los primeros 20 días de embarazo, ni el tomar iodo (hace daño a la mujer y al feto), ni el tomar muestra para saber si hay infección vaginal-rectal por estreptoco beta-hemolítico, ni el continuo ir y venir para pruebas y otros dislates, como la consulta urgente en urgencias por sangrado en el primer trimestre (sin fiebre, ni dolor abdominal) para acabar con legrado a poco que te descuides. Convierten de facto el embarazo en enfermedad y a las embarazadas en enfermas.

Parto y mamografías
¿Qué decir del parto? Nada como la cesárea innecesaria, con anestesia incluida, otra vez el uso de la mujer como carne de cañón. Pero si algo lo expresa bien es la innecesaria episiotomía, un abuso cruel que demuestra el "poder médico" sobre el cuerpo de la mujer. Se demostró hace ya casi 20 años que la episiotomía de rutina se asocia a más daños, más desgarros que curan peor, más problemas del piso pélvico, más efectos adversos sobre la esfera sexual y más complicaciones ureterales y anales. Demostrarlo fue dificilísimo, porque "la ciencia contradecía las creencias" y no había modo de conseguir financiación para el ensayo clínico, ni luego publicar los resultados.

En ciencia hay mucho contraintuitivo. Como eso de que las mamografías no previenen el cáncer de mama, y que el diagnóstico precoz no añade vida sino perjuicios. Dicen los analfabetos estadísticos interesados que el cáncer diagnosticado con mamografía de cribado (de screening) se cura mejor, pero en realidad "cura mejor porque lo llaman cáncer, pero es cáncer benigno, que no produciría nunca daños generales". En Estados Unidos en los últimos 30 años se han "producido" 1.300.000 mujeres sobrevivientes al cáncer de mama que en están engañadas, pues el cáncer que les extirparon era un simple cáncer benigno, lo que llamamos los médicos "cáncer histológico". Es contraintuitivo, pero cierto.

La flor de la salud es la alegría
A las mujeres les hacen creer eso que vende la Organización Mundial de la Salud, de que la salud es el estado de perfecto bienestar físico, psíquico y social. Un imposible, vaya. No se dan cuenta de que puedes ser feliz y estar alegre padeciendo diabetes, o esclerosis en placa, o con una fractura de radio, o con ansiedad. Hay un tiempo para todo, y la salud no es dicotómica, caben al tiempo la salud y la enfermedad.

Es falsa la definición de la Organización Mundial de la Salud, y hace mucho daño que la mantengan. Estar sano es disfrutar de la vida, y saber disfrutar de lo que puedes tener. La flor de la salud es la alegría. Hay tiempo para llorar, pero también para reír. Hay tiempo para nacer y para morir. Con diabetes, o con hemorroides, puede ser feliz con ese amor correspondido. De la misma forma si tienes lupus puedes bailar localmente y consumir alguna droga que te ayude a desenfrenarte y a gozar. Una no tiene que ser un bloque muerto de seriedad para prepararse para estos trabajos sincopados y sin futuro que os ofrece la sociedad que están construyendo los canallas que han provocado la crisis financiera, económica y social, de la que quieren salir inmensamente ricos a tu costa, y a la de todos nosotros.

Ya te digo.

Epílogo
Descubriste la Medicina sin límites y el bofetón te ha hecho pensar.

No te quedes en el pensamiento. Pasa a la acción. Comprueba todo lo dicho y ahora escrito. Disfruta con la Sociología que te llevará a entender lo que no entendemos los propios profesionales de salud. Siempre encontrarás entre ellos los que tienen capacidad de análisis y de crítica. Sal del mundo académico absurdo en que te encierran. Rompe la burbuja que te atenaza. Supera la "cáscara amarga" del miedo al salir de la facultad. La vida te espera llena de sorpresas.

Ten alegría como flor de tu salud.
Afectuosamente, un iconoclasta científico, alguien dispuesto a pasarte la antorcha de la necesaria crítica a las ideas establecidas.
*Publicado en 



1 comentario:

  1. Se están mezclando veriados temas y con respaldo dispar; los comentarios sobre citologías o sobre la vacuna anti HPV no se sostienen; en cuanto al cáncer de mama, es cierto que las mamografías han producido un aumento de diagnósticosd de carcinoma intraductal (no "cáncer benigno", como se señala) y contribuido al sobretratamiento en un porcentaje, pero que la mortalidad ha disminuido gracias al cribado mamográfico no admite dudas (1/3 de la disminiución de la mortalidad, debida al "screening", y los 2/3 restantes a las mejoras terapéuticas). Denostar de la sanidad es una costumbre de ineptos y desinformados. Y un mayor rigor y preparación, antes de emitir determinados juicios, también contribuye al mejor conocimiento y educación sanitaria de la población.
    En resumen: se mezclan churras con merinas. Y no es de recibo.

    ResponderEliminar

El Diario de Alvaeno

El Diario de Alvaeno