La lentitud del magma
Pedro Luis Ibáñez Lérida*
"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".
John Donne
Tartamudo
y pescador. Estas eran sus circunstancias, como diría Ortega y Gasset,
natural y sobrevenida, respectivamente. Desde hacía dos años, Rafael Vázquez
Ross, permanecía en la inactividad. El Instituto Social de la Marina-ISM- le
denegaba la licencia a este marinero pescador para faenar. Según parece la
causa era que su disfemia le impedía, entre otras cosas, dar la voz de alarma
en caso de emergencia. Según el dictamen médico era "no apto"
para el trabajo que, hasta ese momento, desempeñaba. El desfase articular en la
emisión de las palabras, y esa determinación inexcusable en proferir el grito
de la observancia marinera, también se halla en tierra firme. Echamos en falta
que ese grito rasgara la velada servidumbre política y consumara otra actitud a la vista de los acontecimientos. No
ha sido así. Más bien lo contrario. Se niega la mayor y se saca pecho frente a
la adversidad. La huida hacia adelante. Atrás los humeantes campos calcinados
en los que se abrasan los principios.Todos recordamos el bochornoso y mendaz
titubeo de la secretaria general del Partido Popular -PP-,cuando trató de
definir y argumentar la situación laboral del extesorerode su partido y titular
de cuentas corriente suizas. Sin embargo la sorna del asunto no le ha restado
el menor protagonismo a su creciente ascendencia en arrogarse verdad y
transparencia. Tampoco al presidente del gobierno, consumido por el mutismo,
que no realiza ninguna declaración pública, salvo a través del propio canal que
controla y supervisa su partido. Todo un escrache en primera persona y a través
de las televisiones que lo difunden. No necesita sonar sus nudillos en la
puerta. Traspasa el umbral sin alteraciones del orden público. Igualmente al
presidente de la comunidada autónoma gallega, retratado bajo el suave sol del
noroeste en compañía de un narcotraficante, allá por los lejanos años noventa.
Locuaz empeño en explicarse. Vano resultado por el vacío que contienen sus
declaraciones. Como el apetecible buñuelo que no deja de ser un bocado engañoso
aunque lo espolvoreemos de azúcar o canela.
Tartamudez,
mutismo y vacío. Señas de identidad políticas que marcan una forma de ser y
estar. Contrariamente al espíritu de la filmografía de Jesús Franco y Bigas
Luna, fallecidos recientemente. En ellos
la transgresión se definía con un estilo personalísimo. El director madrileño,
manifestaba que "Le han pedido al cine fama, gloria y dinero,
olvidándose de que el cine es, sobre todo, una cuestión de amor, del que sea, y
que el amor es generoso. Y si no queda más remedio, me iré con una cámara a
filmar la salida de los obreros de una fábrica cualquiera, que haberlas haylas
aún. Y juntos empezaremos la nueva historia del cine. La de verdad".
En ese mismo sentir podríamos ubicar al director catalán, que en su testamento
hace mención expresa que no se hagan homenajes póstumos. Eso sí. La película en
la que trabajaba desea que se finalice y dedique a su nieto. Dos gritos que
sobresalen de la pantalla cinematográfica -que no de plasma- para apelar a la
parte más telúrica del ser humano. Al igual que los que se alzan en memoria del cámara y reportero gráfico José Couso y del periodista
ucraniano Taras Protsyuk. Asesinados por un tanque estadounidense cuando se
encontraban en el Hotel Palestina, cubriendo informativamente el ataque a
Bagdag. Es necesario volver la mirada a Wikileaks. Penetrar en el oscuro pasadizo en el que los estados
convienen sus propios intereses y comprobar, en este como en otros casos, el
desamparo al que arrojan a sus compatriotas. Como significa su hermano, "por
desgracia los gobiernos del PP y el PSOE, que se turnan como Cánovas y Sagasta,
se dedican en materia de relaciones internacionales a ser un protectorado de
Estados Unidos".
El
31,68 por ciento de los andaluces viven por debajo del índice de la
pobreza. La encuesta de Instituto Nacional de Estadistica -INE- significa y
porcentualiza el drama personal y anónimo de miles de ciudadanos. La política
se asemeja al principio físico que investigó
el matemático griego Arquímedes. Y que le hizo proferir , mientras
corría desnudo por las calles poseído de un entusiasmo que le hizo olvidar
vestirse, ¡Eureka!. Desnudos, por cierto, no han quedado quienes retorcieron
las arcas públicas y subyugaron el marco público para embolsarse sus bolsillos,
con los Expedientes de Regulación de Empleo -ERE- en Andalucía. Y es que
sumergirse en el fondo del lodazal, parece dotarles de un empuje hacia arriba
igual al peso del dinero defraudado.
*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com
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