Letras tu revista literaria

viernes, 29 de junio de 2012

La viga en ojo propio


La lentitud del magma

Por Pedro Luis Ibáñez Lérida* 


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti". John Donne

La viga en ojo propio

                        Alemania se sitúa en la cúspide del índice de población de la Unión Europea -UE-. Concretamente 81,7 millones de habitantes. La mayor potencia económica e industrial del viejo continente es también la más poblada. Sin embargo, las perspectivas futuras son bastante inciertas. La nación que determina con un nivel de influencia mayor que la del resto de los 26 estados miembros, es precisamente la que se encuentran en una situación acuciante por los bajísimos índices de natalidad. El envejecimiento de la población se traduce en una tasa de mortalidad mayor que aquélla. Obteniendo un saldo vegetativo negativo. También el desequilibrio es cada vez mayor. El 13,4 por ciento de la población es menor de 15 años y el 20,6 tiene 65 años. El país germano se halla en un callejón sin salida. Los datos son taxativos y marcan no sólo una tendencia. Es una realidad que va ganando espacio y tiempo. Esto contrasta con la inmovilista posición que mantiene en la UE. A raíz de las elecciones francesas, la corriente del crecimiento frente a la austeridad parece haber dotado de cierto crédito, al menos político, a Portugal, España, Irlanda y Grecia. Incluso esta última se ha atrevido a solicitar el retraso, hasta el 2016, del cumplimiento del plan de reforma y ajustes fiscales acordado con la Comisión Europea, FMI -Fondo Monetario internacional- y Banco Central Europeo -BCE-.

                        Los datos de la piramide poblacional alemana inspiran cierta desconfianza. La actitud inflexible hacia el exterior en cuanto a la distribución de la riqueza, rezuma en su interior en una aparente salud económica que tampoco revierte de una forma equitativa. Hace algún tiempo se estuvo extendiendo la idea de dar cabida a una iniciativa laboral que, al parecer, estaba dando unos resultados positivos en la sociedad alemana. Eran los llamados "minijobs". Empleos precarios que reducían la tasa de desempleo al coste de un máximo de 400 euros mensuales. Todo un ejemplo a seguir. El 63 por ciento de esos empleos son ocupados por mujeres. La diferencia económica con los hombres  se revela como una señal inequívoca que la merma de derechos no sólo se circunscribe a los países estrangulados por las políticas de austeridad. Vienen implementada por un patrón de conducta capitalista inhibida en la crisis económica que pervierte las relaciones laborales.

                        El declive de la natalidad agudiza el cuestionamiento de la  fecundidad en los paises desarrollados. La incorporación de medidas que concilien la vida familiar y laboral parecen haber quedado relegadas al olvido como una de tantas medidas de incentivación del empleo y la productividad. Las sociedades necesitan el rejuvenecimiento de sus estructuras humanas y las garantías que permitan el relevo generacional. Las causas pueden encontrarse en la redistribución de la riqueza. El agravamiento de la crisis económica afecta a la salud de la democracia. La soberanía popular se ve coartada cuando la incidencia de otros parámetros ajenos a la política imponen su ley, que no es otra que la de los mercados. Hace unos días una delegación del magnate norteamericano del juego, Sheldon Adelson visitó Madrid y Barcelona para comprobar los posibles terrenos de construcción de una ciudad del juego. Resultó cómico ver como un nutrido grupo de políticos de ambas ciudades y respectivas comunidades autónomas, rodeaban a los "hombres de negro". Nunca mejor dicho pues en su atuendo y medios de locomoción el color que imperaba era éste. Y ahí  vemos a aquéllos, adocenados y solícitos para tratar de causar a éstos la mejor de las imágenes. Sólo les quedaba desenrollar la alfombra y extenderla. Precisamente con el contexto de la crisis parece no importarles que una de las condiciones para implantar su lúdico negocio es mantenerse al margen de las regulaciones laborales de nuestro país. Una especie de burbuja laboral de derechos y obligaciones.

                        A pesar de las circunstancias económicas, que hablan más de un desmembramiento de la economía que de una respuesta común y esperanzadora promovida desde la política, es prioritario que el trabajo, la maternidad y los derechos laborales se conviertan en una triada con un sólido contenido transformador en las relaciones laborales. La animosidad de los ciudadanos consternada por un incierto futuro del que nadie les aclara, incide en la celebración y continuidad de la vida a través de los hijos. Cuidar esta faceta es esencial. Una sociedad envejecida, desregulada en derechos e inicua en la consideración del trabajo femenino, está abocada a la satisfacción cortoplacista del lucro y la despiada intencionalidad de corromper y envilecer el valor del trabajo.

Pedro Luis Ibáñez Lérida,  poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com


viernes, 22 de junio de 2012

La cuenta atrás


La lentitud del magma

Por Pedro Luis Ibáñez Lérida* 


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti". John Donne

La cuenta atrás


                        En 1992 tuvo lugar en Río de Janeiro la que fue llamada "Cumbre de la Tierra". Si bien los resultados no fueron espectaculares -protocolo de Kioto, Agenda 21, etc- en relación a la situación mediambiental del planeta, supuso un antes y un después con respecto a lo que se había logrado de manera coordinada. Entendiendolo como una estrategia consensuada, planificada y orientada a domeñar el caballo desbocado en que se había convertido el cambio climático, el hambre y la desigualdad. Veinte años después estas problematicas se han agravado y convertido en hechos infravalorados por la marea económica que ha invadido no sólo a los estados, también a los ciudadanos. La conciencia individual sobre el medio ambiente ha sufrido una regresión, más que significativa, alarmante. Por supuesto la dimensión e incidencia de las políticas verdes han sido relegadas a un término nada prioritario para los políticos. En realidad no es una circunstancia ligada a estos tiempos. Sólo la determinante, independiente y directa acción de organizaciones ecologistas obligó y obliga a los gobiernos a  incorporar en sus agendas la atención a la naturaleza, la ecología y la incidencia del consumo energético y alimentario.
                        El conflicto entre patrimonio mediambiental e interés puramente mercantil se recrudece. Las instancia políticas consienten en este trueque invocando el interés general de la población con la llegada de nuevas fuentes de riqueza que logren ahuyentar el fantasma del desempleo. Incluso llega a ser aberrante cuando en nombre del desarrollo sostenible, atribuyen a la operación el valor de incardinar en un solo conjunto explotación paisajística y comercial. En Andalucía el exponente de este tipo de agravios se halla en el hotel del Algarrobico -Carboneras-, dentro del suelo protegido del Parque natural de Cabo de Gata-Níjar, en Almería. Así y todo la confrontación no tiene límites, incluso jurídicos. Pues es el propio poder judicial el que a través de algunas sentencias, dan pábulo a la construcción de megaurbanizaciones. Como es el caso, sin trasladarnos de provincia, de la localidad de Níjar y tres urbanizaciones proyectadas en su término municipal que se encuentran en diferentes fases judiciales nada halagüeñas para su conservación
                        La preservación de los ecosistemas, como paraiso invendible y, sin embargo, disfrutable por todos, contrae, en según que partes del mundo, tintes sangrientos. Fabiola Osorio Bernáldez fue asesinada a balazos el pasado 31 de mayo. Mantuvo una oposición tenaz a la destrucción de un manglar en la localidad mejicana de Pie de la Cuesta, perteneciente al estado mejicano de Guerrero, dentro del municipio, conocido internacionalmente por su infraestructura turística, de Acapulco. El proyecto prevé la construcción de un puerto.Otros dos ecologístas del mismo estado, Eva Alarcón y Marcial Bautista, desaparecieron el 7 de diciembre de 2011. También fueron asesinados Asencio Osorio, resistente pertinaz frente a la construcción de un muelle en el   manglar y laguna de Coyuca, el 30 de diciembre de 2011, y Javier Torres Cruz, activista por la defensa de los bosques de Petatlán, el 19 de abril de este año.
                        La incautación inmobiliaria del medio ambiente forma parte de ese insaciable apetito que no repara en medios. Si la crisis financiera tiene algún asomo de solución no será por parte de quienes en su afán acaparador internacionalizaron sus intervenciones, a pesar de su falta de liquidez. Hace unos días el presidente de Méjico, Felipe Calderón, afirmó que vetará un macroproyecto de construcción en el litoral protegido en la Baja California, de 8000 casas y 15 hoteles. Incluyendo un aeropuerto. ¿ Saben quién se encuentra tras esta operación...? La Caja de Ahorros del Mediterráneo -CAM-, un dato que traslada escalofríos. No sólo auspician un daño posiblemente irreparable, lo llevan a efecto desde una cuenta de resultados, en su país de origen, realmente calamitosa. Imaginemos como podría ser la gestión interna de este proyecto.
                        Cierto grado de duda se cierne sobre la eficacia de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, que se celebra estos días en la misma capital de hace veinte años. Las declaraciones de los países emergentes y países desarrollados dejan un estrechísimo margen para rentabilizar la reunión y poner sólidos cimientos sobre el futuro más próximo, sin abandonar el futuro más lejano, del que nos debemos sentir parte vinculada en nuestros descendientes ¿Cómo aunar esfuerzos para refrenar el avance de los peligros que amenazan a la Tierra por la acción agresiva de lo seres humanos? Lo primero es evidente, aunar esfuerzos reales.
Lo segundo aplicar políticas valientes que alienten y procuren un futuro también real. Estamos en la cuenta atrás y sólo una respuesta contundente puede proteger el patrimonio natural de nuestros hijos. Ése que nosotros no hemos sabido cuidar, proteger y reivindicar.

Pedro Luis Ibáñez Lérida,  poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com


lunes, 18 de junio de 2012

¿Hay que pagar la deuda?


Esther Vivas, coautora de ‘Planeta Indignado. Ocupando el futuro


La deuda es hoy una cuestión central en la agenda social y política. En su nombre se llevan a cabo privatizaciones, recortes, ajustes y, en definitiva, se transfiere el coste de la crisis a la mayor parte de la población. Pero, ¿a quién beneficia la deuda? ¿Quién la contrajo? ¿A qué ha servido? ¿Quién debe pagarla? A estas preguntas buscan respuesta aquellos que en el seno del movimiento indignado plantean una auditoria ciudadana de la misma.

En la década de los años 80, 90, 2000, vimos el impacto de la deuda externa en los pueblos del Sur, mediante la aplicación sistemática de programas de ajuste estructural y de recortes sociales, que se decían necesarios para hacer frente a su pago. Desde el 2010, con el estallido de la crisis de la deuda soberana, ésta se ha convertido en un tema clave en los países de la Unión Europea, y en especial en los de su periferia donde se condensan las contradicciones de la crisis contemporánea.

La deuda externa ha sido un instrumento de control y dominación de las elites políticas y económicas del Norte respecto al Sur, y un potente mecanismo de transferencia de recursos financieros en sentido inverso. Ahora, la misma lógica centro-periferia de sometimiento vuelve a darse aunque, en este caso, en el seno de Europa y se repite el mantra de que es necesario pagar la deuda y de que para hacerlo es imprescindible aplicar dichas medidas de ajuste.
Pero el repudio de la deuda ha sido una constante a lo largo de la historia. La doctrina de la deuda odiosa, que en derecho internacional se utiliza para repudiar una deuda tomada por un gobierno y utilizada en contra de su pueblo, se ha esgrimido y aplicado para no pagar deudas contraídas a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI.

Desde hace años, organizaciones sociales en los países del Sur impulsan campañas para denunciar la ilegitimidad de la deuda y en consecuencia su no pago. Y las auditorías han sido uno de los principales instrumentos utilizados con este fin. La experiencia más relevante fue la llevada a cabo en Ecuador donde, en 2007, se puso en marcha la Comisión de Auditoría Integral de la Deuda Pública Interna y Externa, formada por representantes de la administración y de organizaciones sociales ecuatorianas y de otros países, y que culminó, en el 2008, rechazando pagar parte de la deuda al declararla ilegítima.

El proceso de auditoría posibilita investigar porqué las deudas fueron contraídas, para qué sirvieron, a quiénes beneficiaron y sacar a la luz las irregularidades presentes en su contratación, revelar la complicidad de sus acreedores y obtener los fundamentos legales para su repudio. Se trata de un instrumento profundamente pedagógico que permite discutir sobre el funcionamiento del Estado, de la economía de mercado, de las relaciones institucionales e inyectar un rayo de luz en los oscuros pasillos de las bambalinas del poder

Con la llegada de la crisis de la deuda a Europa, organizaciones y movimientos que en décadas anteriores trabajaron en campañas de repudio de la deuda externa de los países del Sur ahora, y junto al movimiento indignado y occupier, han empezado a promover acciones de denuncia sobre el pago de la deuda y a explicar las implicaciones que ésta tiene en los recortes, las privatizaciones y el aumento de la precariedad.

Con el objetivo de promover un debate público y la participación popular en la toma de decisiones sobre la deuda y romper con el discurso hegemónico de la “inevitabilidad” de su pago, los procesos de auditoría se han convertido en una de sus principales herramientas. Su celebración debería permitir, junto a una gran movilización social, anular la parte ilegítima de la deuda y reducir significativamente el resto. En países como Grecia, Portugal, Francia, Bélgica, Irlanda, Italia y el Estado español están en marcha campañas ciudadanas para auditarla.

De este modo, frente al discurso hegemónico de “salvar a los bancos”, “rescatar a las finanzas”, “pagar la deuda”, empieza emerger otro discurso: el de “salvar a las familias”, “rescatar a los pobres”, “no pagar la deuda”. ¿Cuál es el sentido de inyectar masivamente dinero público a entidades financieras como Bankia sino mantener los privilegios de unos pocos a costa de los derechos y las necesidades de la gran mayoría?. Como bien señala Occupy Wall Street, se sacrifica al 99% para salvar al 1%.

Las verdades absolutas para hacer frente a la crisis empiezan a resquebrajarse. Otra conciencia colectiva emerge desde abajo y empieza por preguntarse: ¿Hay que pagar la deuda? La respuesta es clara.


*Artículo publicado en El Huffington Post, 14/07/2012. Blog de Esther Vivas en El Huffington Post.
**Esther Vivas, coautora de ‘Planeta Indignado. Ocupando el futuro’.

viernes, 15 de junio de 2012

La muralla europea


La lentitud del magma

Por Pedro Luis Ibáñez Lérida* 


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti
".
 John Donne


La muralla europea

                        En el vértigo económico de estos ultimos días, nuestro país ha sido portada internacional, confirmando lo que en los mentideros políticos parecía ser una realidad insoslayable. Y que no ha sido otra, que la sustanciación en el rescate del lupanar bancario. No obstante, incrementado por la cada vez más cansina transposición de términos financieros, con el frágil objetivo de restar evidencias y confirmaciones, los acostumbrados eufemismos, tratando de perseverar en la demostración de la capacidad de control de la situación, la permisividad elocuente por el silencio y omisión parlamentaria, ante el sombrío estado de la justicia, que tiene en su máximo representante, el presidente del Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial, el indignante recelo sobre sus jornadas de restauración en la costa marbellí. Tal vez fomentando el sector terciario de nuestra vapuleada economía. También la chocante despedida del ex presidente de Bankia y Caja Madrid, otrora presidente del Fondo Monetario Internacional -FMI- y ese mohín de solvencia en vísperas de ser excluido de la entidad bancaria con mayores activos inmobiliarios Y que sólo es equiparable a la virtud y buen tino de su horrenda herencia, una cantidad aproximada de 24.000 millones de euros. Sin embargo, con todo esto y sin infravalorar su importancia, la proyección europea va consumiéndose desde la raíz de los principios que alentaron la construcción de la Unión Europea -UE-. Hablamos de la entidad política que claudica en la integridad, consolidación y defensa de la soberanía de cada uno de sus ciudadanos, imponiendo menoscabos  a la libre circulación de personas.
                        El compromiso de restablecer los controles fronterizos por los ministros de Interior de los países de la UE, firmantes del Tratado de Schengen, es síntoma del descalabro político al que nos encaminan. Como en el caso financiero, deriva en una degeneración y vulneración de derechos civiles y sociales. La democracia europea arguye en su propio seno la radicalidad del discurso, más alineado con las tesis de la extrema derecha que con la salvaguarda de los fines promotores de la dignidad europea, a través del espíritu que su constitución  estableció. Es decir, acuñar la realidad del otro como amenaza y hacerla permisiva en su dolo. Y no es referencia la socorrida muestra de considerar los flujos migratorios externos. También los internos. Recordemos la circense demostración de poder del ínclito ex presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, expulsando a los inmigrantes de etnia gitana y nacionalidad rumana de su país. O en las pasadas elecciones cuando el fantasma de la inmigración era jaleado por la candidata de la derecha más recalcitrante y atendido por el eco populista de aquél. Hasta este momento sólo la motivación por orden público era la excepción al tránsito de las personas. Ahora la categorización en tiempo -hasta dos años- e idea -circunstancias excepcionales que obliguen a garantizar las fronteras exteriores en evitación de inmigración ilegal- conforman un inquietante binomio.
                        Vivimos en tiempos de exacerbado egoísmo institucional. A Grecia no sólo le concierne la deuda contraída y el déficit acumulado. Cómo no. En su lista de males se halla la falta de crédito, confianza y responsabilidad en la gestión de las filtraciones de los flujos migratorios clandestinos que, según parece, asolan Europa por la laxitud y permeabilidad de sus fronteras. Habrá que preguntarse de qué color es el dinero. Pues si bien las personas se convierten en fichas de parchís encerradas y obstaculizadas su paso por la ferrea estrategia del jugador del color que le impide el paso, no ocurre lo mismo con aquél. En el primer trimestre de este año se registró una fuga de capitales en España que ascendió a 97.090 millones de euros. De los que 66.200 fueron exclusivamente en el mes de marzo.
                        Tzvetan Todorov, ensayista y filósofo búlgaro afincado en Francia, publicó en el año 2008 la interesante obra "El miedo a los bárbaros". En ella la dialéctica entre civilización y barbarie se aborda con unos contenidos divulgativos y esclarecedores. Es hartamente peligrosa la  reincidencia en  alentar maneras democráticas con técnicas bárbaras que conlleven la desaparición o exclusión del contrario. La barbarie se alimenta a sí misma cuando cosificamos al ser humano. Entonces el concepto de igualdad queda relegado a un mero artificio. Si Europa cierra su espacio de convivencia, lo hace no sólo a un presunto problema. Crea otro para el futuro más próximo que, por añadidura, revierte en aquél. El contingente de inmigrantes será cada vez mayor y más osado.

   Pedro Luis Ibáñez Lérida,  poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com


miércoles, 13 de junio de 2012

Enfatizar lo ajeno o dignificar lo público


La lentitud del magma

Por Pedro Luis Ibáñez Lérida* 


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti
".
 John Donne


Enfatizar lo ajeno o dignificar lo público   


                        La cascada de malogrados acontecimientos desde la ascensión del Partido Popular -PP-, al poder ejecutivo nacional con mayoría absoluta en el parlamento, ha logrado que la sensación temporal desde aquel 20 de noviembre, parezca muy lejana cuando apenas han transcurrido 6 meses. Y es que si la cuestión económica se ha resentido, tomando como referencia la ya archiconocida para todos prima de riesgo, ahora se agrava sobremanera al considerarnos desde las instancias de la Unión Europea -UE- los próximos en ser rescatados. La indefinición del gobierno español en la trayectoria desde sus planteamientos iniciales -sustrayéndonos de lo que proclamaba en el programa político electoral, ahora convertido en lastimera fruslería- se une a un indecente mutismo que sólo puede ser consecuencia de un peculiar sentido y concepción de lo público. Al arrogarse la propiedad del oscurantismo como medida transitoria para refrenar el descenso vertiginoso de nuestro crédito institucional y financiero.
                        "Administrar los tiempos", manifiesta sin el mayor recato el ministro de Justicia, cuando se le pregunta por las razones de esta absoluta opacidad gubernamental, que no sólo se dedica a encogerse de hombros negando la mayor, sino que procura silenciar cualquier iniciativa democrática, como la creación de una comisión de investigación sobre el desaguisado cometido en Bankia o la comparecencia en el Congreso de los Diputados del gobernador del Banco de españa -sorprendentemente, y hasta hace unos días,respaldado por el Partido Socialista Obrero Español- que más que un banco, vamos reconociendo a pasos agigantados las similitudes con la cueva de Alí Baba. Y si no, ¿cómo podemos entender  que lo que antes era haber bancario, ahora, por arte de birlibirloque se convierta en debe...? o ¿Cómo comprender que la previsión de saneamiento, según el propio ministro de Economía y Competitividad, era, hace una semana, de 7500 millones de euros y ahora la cifra ronda  los 23.500 millones de euros, y sin garantías que no sea aún mayor...? Ya nadie recuerda aquella promesa, como tantas otras náufragas en un océano de dudas e incertidumbres, cuando el presidente del gobierno recalcaba que no habría dinero público para los bancos... "no quieres cafe, toma dos tazas...". Para no desmerecer la sarta de falaces aforismos, el actual presidente del que fue referente bancario y bursátil tras un proceso de "fusión fría", a la vista de los acontecimientos, proclama que los fondos públicos que recibirán no son ayudas al considerarse como ampliaciones de capital y no como préstamos. Por lo que no habrá devoluciones. He aquí la verdad escrutada para enfatizar lo ajeno a costa de lo público. No olvidemos que los 305 millones de euros de beneficios en el año 2011, se han convertido en una pérdida de 2979 millones de euros y los activos tóxicos se cuantifican en 13.000 millones de euros. Un verdadero vertedero económico de hedores insoportables.
                          En el carácter público englobamos la vocación por la comunidad, donde la rentabilidad social tiene el principio moral de estar por encima de la económica. La valoración mercantil de cualquier clase de actividad pública, es un retroceso en cuanto a la simplificación de los términos sociales y la falta de respuesta a las inquietudes y necesidades de los ciudadanos. Se trataría de racionalizar los recursos con miras a crear las mejores condiciones de convivencia y prestación de servicios que redunden en una sociedad en la que el futuro sea el propio presente. Es decir, sin la perspectiva cortoplacista de los políticos que enfocan su gestión a los cuatro años que tiene asegurado el cargo.
                         Lo más preciado en lo público es su gestión, garante y equilibrio de derechos y obligaciones. Pero también es su debilidad. Un talón de Aquiles en  pugna constante por reafirmarse frente a la sociedad. Como ejemplo el actual presidente del Tribunal Supremo y sus libertinos dispendios en la costa andaluza con factura al erario público. Hechos que ponen en entredicho la ética como herramienta de autoridad y legitimidad  pública, vertebradora de la realidad social. No es menos cierto que el ser humano es honrado hasta que deja de serlo, pero también lo es el compromiso implícito y explícito de valores que cimenten la actuación del individuo bajo criterios de independencia, autonomía y solidaridad. Ya lo decía Miguel de Cervantes cuando ponía en los labios de Don Quijote el consejo a su amigo Sancho Panza para gobernar la ínsula Barataria, "Si acaso doblares la vara de la justicia no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia"   Pedro Luis Ibáñez Lérida.  

viernes, 8 de junio de 2012

La lentitud del magma (Grecia y la blasfemia)


Por Pedro Luis Ibáñez Lérida* 

"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti
".
 John Donne


                        Hace 25 siglos un pequeño pueblo apenas cohesionado, concibió, construyó y consagró la contemporaneidad que hoy vivimos, no exenta de sinsabores, pero apreciable y vigente. En él cobraron sólidos cimientos, valores que impregnaron las soluciones racionales y emocionales de la convivencia social y política de los habitantes de una comunidad. El hombre iniciaba un nuevo tipo de relación con las divinidades y ese siempre ignoto campo del más allá. El arte, la razón, el derecho y la democracia desvinculados de la religión, la aplicación de la soberanía individual y colectiva marcaron un tiempo nuevo. Porque a diferencia de otras civilizaciones, la griega ha mantenido intactos la riqueza trascendente de un patrimonio, que no necesita ser conservado en museos. La permeabilidad y consistencia de la herencia helena se ha mantenido durante todo este tiempo. Por tratarse de un sinigual sentido de la demostración que los seres humanos pueden y deben arreglar sus problemas a través de la palabra. Lo cual implica el reconocimiento de igualdad entre las personas que suscitan ese tablero de comunicación. Iniciando el desapego de la brutalidad como respuesta y fin. Evidenciando en su faceta creativa, y constatable tras este dilatado tiempo, de un acusado contenido de todo ello en sus obras. Reflejo de una sociedad que es inspirada por sus protagonistas cuyos escritos forman parte insustituible y esencial de la cultura occidental. Y que, a su vez, es inspiradora de todo el legado que continúa siendo referencia, estilo y pensamiento.
                        Mucho ha llovido desde entonces, y diferentes etapas convulsas han jalonado su historia. Aunque la que más nos hace recelar, al igual que ha ocurrido en otros países europeos, es quizás la actual. La tasa de amoralidad cuantificada en los privilegios de banqueros y empresarios que hacen resentir el contrafuerte emocional de un pueblo empobrecido por la capacidad devoradora de aquéllos. Y es finalmente la incredulidad de los propios griegos la que acentúa la respuesta en los últimos comicios. Aunque en los resultados pueda reconocerse el grado de infectación, también lo es que una parte representativa ha optado por abundar en la salida europea.
Llegados a este extremo, ¿en que lugar se encuentra el debate político y moral frente a las tesis economicistas y austeras que estigmatizan a países como Portugal, Irlanda, España o Grecia? No es cuestión de debatir sobre el euro, o sí, pero sin olvidar la inicua resolución de elevar al máximo la austeridad y fiscalidad como únicas herramientas de futuro. Adolecemos de pensadores comprometidos que repongan en su estado más depurado la valoración e incidencia de sustituir gobiernos democráticos por tecnocráticos. En el caso de Grecia, a pesar de las múltiples descalificaciones de sus cuentas, han conseguido reducir el déficit inicial, sin el pago de la deuda, del 10,6 al 2 por ciento, de 2009 a 2011. En esta etapa de "políticos pigmeos", según afirma el esscritor y ensayista Tony Judt, son necesarios pensadores que descencerrojen el salón de plenos del debate político que desde la autonomía e independencia de ensamiento, reconstruyan el alma y el cuerpo de la civilización europea y, por tanto, la referencia clásica de su propio origen. El modelo griego de hace 25 siglos remozado frente a las experiencias neoliberales o lo que es lo mismo, el pensamiento paneuropeo en actitud crítica a la austeridad que está provocando una crisis existencial europea. Estamos ante una blasfemia en  el sentido que los griegos clásicos la entendían, pronunciar palabras de mal augurio durante un sacrificio. Porque, ¿como se entendería si no escrutar el destino económico y social desde el negativo presagio de un pensamiento que no se somete al sacrificio de los mercados?
                        En España la situación del desempleo alcanza una tasa del 24,3 por ciento. La primera de Europa, seguida de Grecia, 21,7 por ciento, que, en su caso, supera al juvenil y femenino, alcanzando el 52 y el 25,7 por ciento, respectivamente. Este panorama que se cierne con vocación redentora de los mercados posee el carácter blasfemo de las tesis, por ejemplo, del ex presidente de Bankia y sus saludables balances, el Banco de España y su impecable control o la del presidente del Tribunal Supremo y la rigurosidad en el empleo del dinero público. Aunque para blasfemias las que se gasta Javier Krahe pendiente de un juicio por la emisión de un documental en el que se oficiaba una receta de cocina sobre la cocción de un cristo. Las divinidades no necesitan la protección del ser humano, salvo en la versión más atrabiliaria del anacronismo. Como en lo económico, volver la mirada y recomponer el mapa humano de atrocidades nos interroga. No hace tanto siglos la blasfemia te encaminaba a la muerte. Hoy te sienta en el juzgado. Hace 25 siglos un pequeño pueblo ya resolvió estos horizontes. El mismo que abrió la perspectiva contemporánea desde la Antigüedad y ahora pena su defenestración institucional europea. 

   *Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com


El Diario de Alvaeno

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