Letras tu revista literaria

viernes, 15 de abril de 2016

Hipster con visa oro, la moda de lo ridículo y el orientalismo mal entendido


Por Salvador Moreno Valencia

En el libro de Kerouac, “ En el camino”, se nos habla del movimiento Hipster, que eran los individuos rebeldes y pasados norteamericanos de los años cuarenta. “Unas ratas de ciudad, más o menos de moda, que se drogaban y oponían a los -squares- (-estrechos-).

Existe, desde hace algunos años una moda que cumple, de algún modo, con el perfil, sobre todo estético, de aquellos trasnochados rebeldes, pero a diferencia de aquellos de los que nos habla Kerouac, los de ahora, son Hipster de escaparate y con tarjeta visa en el bolsillo, nada que ver, pues, con la verdadera filosofía de los que se lanzaban a viajar sin dinero, y sin más cosa en la mente que recorrer kilómetros, trabajando, a veces, para poder emborracharse y drogarse.

Hay muchas modas que en mi opinión, deberíamos investigar de dónde proceden para no faltar el respeto a los que con verdadera actitud ante la vida, decidieron romper los moldes. No creo que exista nada más patético que un tipo de derechas vistiendo como un Hipster, y comiendo en restaurantes de lujo.

No hay más que mirar a nuestro alrededor para descubrir que la idiotización es más que una moda, es, a mi entender, una afrenta contra el buen gusto, o lo que es peor, una especie de “oda” a la más absoluta ignorancia.

Un pensador y filósofo, del que no recuerdo el nombre, dijo que él vivía acorde a lo que pensaba, y no lo contrario, y yo creo que esa máxima habría que ponerla en práctica siempre, para evitar, en la medida de nuestras posibilidades, el aumento increíble de la estupidez en el mundo. Mundo en el que lo mediocre, lo mezquino y lo vacuo son valores en alza.

También, para más inri, muchos abrazan seudodoctrinas tergiversadas por “gurus”, que lo único que persiguen es llenarse los bolsillos. Así, te puedes encontrar a un grupo de Hipster, por ejemplo, practicando algo que han dado en llamar “acroyoga”, ahí,  me han dado. No faltan los profetas del positivismo, que siempre tienen el mismo discurso y son capaces de darte un sermón sin temblarles la voz: “Mira, tú lo que estás es cerrado, abre tu corazón, y tu mente, ama, que el amor lo es todo…”, y chorradas de este estilo mientras están intentado levantarte a la chica sin escrúpulo alguno.

“Ama y ensancha el alma”, dice una canción de Extremoduro, pero a estos “gurus” del buen rollito, se les olvida el resto de la letra. Y a la primera que te descuidas, ¡zas!, le están metiendo mano a tu novia o a tu novio, no importa, porque el “amor” lo puede todo…

La verdad es que tanta mezcla y fusión atentan contra la libertad y el respeto, además de invadir nuestro espacio vital, con rollitos como “un abrazo es gratis”, sobre todo cuando a la que va dirigido tienen las tetas grandes.

Conozco a muchos tipos, y tipas que van de este rollo, y no son capaces de ver la biga en su ojo pero sí la mota en el ajeno. La hipocresía es otra de las actitudes que estos personajes ponen en práctica, ya que al parecer ellos, ellas, siempre están felices porque aman, porque abrazan libremente sin tener en cuenta, en el primer caso, los sentimientos del otro, otra, y en el segundo sin tener en cuenta, que a lo mejor, al o a la, que abrazan, no le gusta que invadan su campo vital.

Sé perfectamente la opinión que tendrán tanto los primeros como los segundos, si leen este artículo, sobre mí. Pero no me importa la opinión de unos tarados, más cerca del gran egoísmo que de lo que tanto predican: “Rebeldía” los primeros, “Amor”, los segundos.

Otro día hablaremos de los que dicen que hay que tener cuidado con lo que proyectamos al pensar, porque según ellos, el universo está siempre atento para hacer cumplir tus proyecciones, manda güevos.

Total: “Ama, sonríe y abraza, que es gratis…”.
SALV-A-E

Los que van a morir te saludan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El Diario de Alvaeno

El Diario de Alvaeno