Por Ariel Poloni Dabalá
Los
profesores jóvenes, y los no tan jóvenes, de los años 2000, ¿saben que antes
del período de la dictadura, los profesores de enseñanza secundaria no tenían
que elegir horas de clase, cargos, una vez que adquirían su efectividad? Una
vez adquirida la efectividad, el cargo, las horas de clase en el liceo en que tenía la efectividad, eran
suyas.
¿Por
ello, acaso, los profesores se “estancaban” en sus conocimientos, en sus
métodos de enseñanza, en sus “gestiones” para lograr los “resultados”? Es un hecho aceptado por todos, por consenso,
que el conocimiento y el orden y la sistematización de los conocimientos y su
transmisión social no sirve a los intereses de los poderosos y de los
oscurantistas.
Había
controles y se ejercían: los directores hacían sus informes, los inspectores
los suyos. Los profesores tenían muchos caminos de superación – aunque no
tantos ni tan facilitados como en estos tiempos – pero no necesitaban los
“estímulos” de la “competencia” y la
“cantidad de dinero” a recibir para superarse. Competencia y dinero, así
como incertidumbre, son palabras, conceptos y prácticas que sirven a los
intereses de los poderosos y de los oscurantistas.
Algún
desprevenido que lea esto puede pensar “Pobre viejo, ya llegó a la etapa en que
“todo tiempo pasado fue mejor.” ¿Será? Yo
creo que sigo en la etapa en que la competencia, el dinero como estímulo máximo
y la teoría y práctica de la incertidumbre son maldades, prácticas inhumanas
que el liberalismo impulsó desde los inicios del capitalismo y que el
neoliberalismo ha llevado a sus extremos más devastadores. Así en 1960 como en 1980 como en 2000…
Sobre
“incertidumbre”, un concepto originado en la ciencia, hay millones de palabras
escritas y de opiniones. Aquí quiero focalizar en un concepto que se ha
difundido popularmente: no sabemos qué sucederá mañana, aceptemos el hoy como
es, no podemos cambiarlo. Sobre nada podemos tener certezas, la única certeza
es “la incertidumbre” de mañana. En este envión neoliberal incluyeron la
elección de cargos de profesores cada año y por puntaje. He preguntado cuándo
sucedió el cambio, nadie parece recordar o saber.
La
“incertidumbre” así entendida era, y es, parte de la práctica neoliberal:
cuánto más incertidumbre para los archi-pobres y los asalariados, más
certidumbre para los súper- ricos y los patrones. Por eso los empresarios
privados pueden provocar crisis socio-económicas mundiales y luego pasar a
integrar ministerios en los gobiernos en vez de ir a la cárcel.
La
educación, la enseñanza, en Uruguay antes
de la dictadura era una buena educación para el pueblo, era una real educación,
constructora de ciudadanía y de ciudadanos, de libertad y de democracia, de
respeto por el pasado colectivo, de responsabilidad por el presente y compromiso
con el futuro. Por eso la dictadura hizo todo lo posible por destruirla. Era la
educación a la que dedicó su vida, y su muerte, el Maestro Julio Castro,
asesinado en 1977, bajo la dictadura del Dr. Aparicio Méndez, del Partido
Nacional.
EDUCACIÓN
– 6 – OTRA VUELTA EN LA ESPIRAL DE LA VIDA
Mañana
12 de febrero, 42 años atrás, mi amigo el Negro Reyes completaba los primeros
trazos en una tela de lo que luego sería su pintura más recordada: 12-II-70.
Marcaba la fecha en que el dictador Pacheco Areco intervino la enseñanza media.
Era la época del “pachecato”, del Partido Colorado en el gobierno; ahora, en el
gobierno está el Frente Amplio. Han pasado 42 años. La mayoría de los profesores de aquellos
años, tanto los revolucionarios como los fascistas y también los “yo no tengo
nada que ver, soy de centro”, están muertos. Como mi amigo el Negro Reyes. De
viejo. Pronto lo seguiremos los pocos que vamos quedando.
Pasó la
dictadura y han pasado alrededor de veinticinco años de transición a la democracia.
Los profesores que hoy tienen 40 años no habían nacido en 1970. Ahora es 2012 y
el Estado todavía no ha reconocido que el período de la dictadura
cívico-militar fue un período de terrorismo de Estado. Yo espero que se
reconozca el terrorismo de Estado desde el año 1972, porque muchos compañeros
míos y yo fuimos torturados en el cuartel del ejército en Durazno en 1972 y la
tortura es uno de los componentes básicos del terrorismo de Estado.
Creo que
es muy conveniente que los ciudadanos electores uruguayos, y los elegidos
también, reflexionemos sobre qué es lo que estamos viviendo en estos años en
nuestro país, sin cortapisas, sin engañarnos a nosotros mismos, sin orejeras.
Es nuestras vidas, las vidas de nuestros hijos y de nuestros nietos, de nuestros
seres queridos todos, del pueblo uruguayo.
“Los
problemas de la enseñanza” en 2012 no es una simple casualidad, como tampoco lo
fue en 1970. “Los problemas de la enseñanza” hoy es consecuencia directa del
accionar del fascismo – ese que ya nadie nombra, como si no existiera – a causa de la crisis socio-económica de 2008,
como en 1970 lo fue a causa de la crisis de la época. La intervención de 1970 fue
la primera intervención en la enseñanza y una flagrante violación de la
Constitución. El fascismo en 2012 no va a cometer el mismo error que en 1970,
si puede evitarlo: en lugar de intervenir la enseñanza buscará ejercer todo su
poder para cambiar la Constitución.
Es
interesante leerlo todo; transcribo sólo el primer párrafo: “INTERVIENEN
SECUNDARIA Y UTU”
“VISTO: La
situación caótica imperante en Enseñanza Secundaria y en la Universidad del
Trabajo del Uruguay, y la necesidad urgente de adecuar la enseñanza media del
país a los requerimientos de la época presente;…” Publicado en Acción del 13 de
febrero de 1970. Obsérvese el vocabulario. Son palabras del fascismo
interventor de la enseñanza en 1970. Han pasado 42 años. ¿Cómo habla ahora el
fascismo?
El
proceso iniciado con la intervención de 1970 se encauzó con la aprobación de la
ley 14.101 – que constituyó la
subordinación del sistema educativo al proyecto político fascista –, de enero de
1973, impulsada por, ¡oh, sorpresa!, el entonces Ministro de Educación y
Cultura del dictador Bordaberry, el Dr. Julio María Sanguinetti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario