LA SENDA HONDA DE JOSÉ MANUEL RAMÓN
(CAMINO A LAS PROFUNDIDADES).
POR SALVADOR MORENO VALENCIA
Nunca la vida deja de sorprendernos, señal inequívoca de que estamos vivos, y todavía, por suerte, nos conmueven algunas cosas, en este caso la “cosa” es la poesía, y el peculiar estilo, que un autor “inédito” hasta que este “LA SENDA HONDA” (DEVENIR, POESÍA) su primer poemario, se publicara, nos presenta como el camino, más bien, diría yo, los caminos para llegar a las profundidades, a lo primigenio del Ser, del Cosmos, de la Vida, de los recónditos lugares que en el imaginario de nuestro subconsciente recorremos entre una maraña de sueños y realidades.
La Naturaleza en su máxima expresión, desde el albor de los tiempos, raíz que bajo los profundos pálpitos del mundo se abre camino hacia la luz atravesando la sombra: “donde lo vegetal edifica un templo / de hojas que no atiende las leyes / de lo perenne y lo caduco / aquí tan dentro del paisaje /… “.
Este es el misterio que verso a verso nos irá desvelando José Manuel Ramón poeta que al igual que su poesía emana de la tierra, de las profundidades, para llegar a la luz, en el intento, casi ímprobo, de mostrar ese paisaje que lo caracteriza como hombre, como poeta, como ser. Un poeta que después de un largo tiempo sin dar señales de su poesía, nuevamente emerge, de esas profundidades en las que seguramente ha estado incubando este poemario: “todo soledad / y todo incierto /; que como el musgo o la yedra trepa a nuestra conciencia, dejándonos entrever el magnífico palpitar de la roca, del árbol, del fuego, del viento…
José Manuel Ramón escribe con la certeza de la fragilidad que, como humanos, nos es común a todos, es parte de nuestra carne, de nuestro transitar, de nuestra desmemoria, del olvido, ese lugar inexistente en la Naturaleza.
“Semihundido / como un tocón de musgo / con la cabeza al aire / y un brazo en acodo / me mantengo a flote / con la palma extendida / regenerando la carne / que aún necesito /”.
No en vano este poeta existe entre la palabra para construir sus versos, entre el sueño y la vigilia, entre la luz y la sombra, entre la contemplación del mundo mucho más allá de esa realidad palpable, tangible, y la dura cara de esa moneda que hace imposibles los sueños y de la vida un puro y mero acontecimiento en el que el olvido tiene su mejor caldo de cultivo.
“Solitariamente incursos / este fuego doble podría llevarnos / del leve y placentero ensueño / a las inamovibles lindes del olvido /”.
Es “LA SENDA HONDA” ese camino, que el poeta José Manuel, recorre mirando desde su perspectiva, y es acertada su visión, es honda la vereda que ha de recorrer el buen caminante, iniciado, para entender el mundo, y no desfallecer aunque también escribamos porque temamos igualmente a la muerte:
“Es por eso que lloramos
y si también escribo
es porque temo igualmente
a la muerte”.
Puedes adquirir LA SENDA HONDA EN: DEVENIR, AGAPEA Y AMAZON
EL LIBRO:
LA SENDA HONDA
(DEVENIR)
La senda honda es su primer libro publicado, con prólogo del poeta José Luis Zerón Huguet. Escrito, en su mayor parte, antes del exilio voluntario que lo apartó de la poesía más de 20 años. Los poemas de este libro constatan la preexistencia de la naturaleza, la angustia y soledad del hombre, el tiempo y la muerte como continua tensión e incertidumbre en la búsqueda de un sentido a la vida, y el retorno al bosque como metáfora del auto rescate llevado a cabo por el autor, siguiendo los derroteros de su propia senda.
EL AUTOR:
JOSÉ MANUEL RAMÓN
Nacido en Orihuela (Alicante) en 1966. Afincado en Fuengirola (Málaga) desde 1998, tras haber residido en diversas ciudades (Murcia, Caravaca de la Cruz, Málaga, Torremolinos y Algeciras).
Cofundador en 1985 de la revista Empireuma (Orihuela) y codirector de la misma hasta 1991. Esporádicas colaboraciones en revistas, a saber: La Cuerda del Arco (Sevilla), Perfil poético de los países latinos (Francia), Norte (México), International Poetry (USA) y, recientemente, en la web de La Galla Ciencia (Murcia), Acantilados de papel (Murcia) y Ágora-Papeles de arte gramático (Murcia). Aparte de los diversos recitales y presentaciones de la etapa de Empireuma, más recientemente ha participado en otros como Poesohail (Fuengirola) y Velada Poético-Musical (Fuengirola).
Incluido en las antologías Escrito en Alicante. Muestra de poesía joven (Diputación Provincial de Alicante, 1985), Muestra de joven poesía hispánica, realizada por la revista de creación y crítica Ventanal, (Universidad de Perpignan, Francia, 1986) y El Libro de Plomo (Ediciones Empireuma. Orihuela, 2013). Hizo el prólogo a la plaquette Anúteba, de José Luis Zerón Huguet y Ada Soriano (Orihuela, 1987). Ha publicado la plaquette Génesis del amanecer (Orihuela, 1988), con prólogo del poeta Jorge Cuña Casasbellas. También ha traducido del portugués varios libros espíritas. Participó con un poema en el libro de Kikelin (Kike Payá), No hay color. Personajes de cine en blanco y negro (Orihuela, 2014).
La senda honda es su primer libro publicado, con prólogo del poeta José Luis Zerón Huguet. Escrito, en su mayor parte, antes del exilio voluntario que lo apartó de la poesía más de 20 años. Los poemas de este libro constatan la preexistencia de la naturaleza, la angustia y soledad del hombre, el tiempo y la muerte como continua tensión e incertidumbre en la búsqueda de un sentido a la vida, y el retorno al bosque como metáfora del auto rescate llevado a cabo por el autor, siguiendo los derroteros de su propia senda
(CAMINO A LAS PROFUNDIDADES).
POR SALVADOR MORENO VALENCIA
Nunca la vida deja de sorprendernos, señal inequívoca de que estamos vivos, y todavía, por suerte, nos conmueven algunas cosas, en este caso la “cosa” es la poesía, y el peculiar estilo, que un autor “inédito” hasta que este “LA SENDA HONDA” (DEVENIR, POESÍA) su primer poemario, se publicara, nos presenta como el camino, más bien, diría yo, los caminos para llegar a las profundidades, a lo primigenio del Ser, del Cosmos, de la Vida, de los recónditos lugares que en el imaginario de nuestro subconsciente recorremos entre una maraña de sueños y realidades.
La Naturaleza en su máxima expresión, desde el albor de los tiempos, raíz que bajo los profundos pálpitos del mundo se abre camino hacia la luz atravesando la sombra: “donde lo vegetal edifica un templo / de hojas que no atiende las leyes / de lo perenne y lo caduco / aquí tan dentro del paisaje /… “.
Este es el misterio que verso a verso nos irá desvelando José Manuel Ramón poeta que al igual que su poesía emana de la tierra, de las profundidades, para llegar a la luz, en el intento, casi ímprobo, de mostrar ese paisaje que lo caracteriza como hombre, como poeta, como ser. Un poeta que después de un largo tiempo sin dar señales de su poesía, nuevamente emerge, de esas profundidades en las que seguramente ha estado incubando este poemario: “todo soledad / y todo incierto /; que como el musgo o la yedra trepa a nuestra conciencia, dejándonos entrever el magnífico palpitar de la roca, del árbol, del fuego, del viento…
José Manuel Ramón escribe con la certeza de la fragilidad que, como humanos, nos es común a todos, es parte de nuestra carne, de nuestro transitar, de nuestra desmemoria, del olvido, ese lugar inexistente en la Naturaleza.
“Semihundido / como un tocón de musgo / con la cabeza al aire / y un brazo en acodo / me mantengo a flote / con la palma extendida / regenerando la carne / que aún necesito /”.
No en vano este poeta existe entre la palabra para construir sus versos, entre el sueño y la vigilia, entre la luz y la sombra, entre la contemplación del mundo mucho más allá de esa realidad palpable, tangible, y la dura cara de esa moneda que hace imposibles los sueños y de la vida un puro y mero acontecimiento en el que el olvido tiene su mejor caldo de cultivo.
“Solitariamente incursos / este fuego doble podría llevarnos / del leve y placentero ensueño / a las inamovibles lindes del olvido /”.
Es “LA SENDA HONDA” ese camino, que el poeta José Manuel, recorre mirando desde su perspectiva, y es acertada su visión, es honda la vereda que ha de recorrer el buen caminante, iniciado, para entender el mundo, y no desfallecer aunque también escribamos porque temamos igualmente a la muerte:
“Es por eso que lloramos
y si también escribo
es porque temo igualmente
a la muerte”.
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EL LIBRO:
LA SENDA HONDA
(DEVENIR)
La senda honda es su primer libro publicado, con prólogo del poeta José Luis Zerón Huguet. Escrito, en su mayor parte, antes del exilio voluntario que lo apartó de la poesía más de 20 años. Los poemas de este libro constatan la preexistencia de la naturaleza, la angustia y soledad del hombre, el tiempo y la muerte como continua tensión e incertidumbre en la búsqueda de un sentido a la vida, y el retorno al bosque como metáfora del auto rescate llevado a cabo por el autor, siguiendo los derroteros de su propia senda.
EL AUTOR:
JOSÉ MANUEL RAMÓN
Nacido en Orihuela (Alicante) en 1966. Afincado en Fuengirola (Málaga) desde 1998, tras haber residido en diversas ciudades (Murcia, Caravaca de la Cruz, Málaga, Torremolinos y Algeciras).
Cofundador en 1985 de la revista Empireuma (Orihuela) y codirector de la misma hasta 1991. Esporádicas colaboraciones en revistas, a saber: La Cuerda del Arco (Sevilla), Perfil poético de los países latinos (Francia), Norte (México), International Poetry (USA) y, recientemente, en la web de La Galla Ciencia (Murcia), Acantilados de papel (Murcia) y Ágora-Papeles de arte gramático (Murcia). Aparte de los diversos recitales y presentaciones de la etapa de Empireuma, más recientemente ha participado en otros como Poesohail (Fuengirola) y Velada Poético-Musical (Fuengirola).
Incluido en las antologías Escrito en Alicante. Muestra de poesía joven (Diputación Provincial de Alicante, 1985), Muestra de joven poesía hispánica, realizada por la revista de creación y crítica Ventanal, (Universidad de Perpignan, Francia, 1986) y El Libro de Plomo (Ediciones Empireuma. Orihuela, 2013). Hizo el prólogo a la plaquette Anúteba, de José Luis Zerón Huguet y Ada Soriano (Orihuela, 1987). Ha publicado la plaquette Génesis del amanecer (Orihuela, 1988), con prólogo del poeta Jorge Cuña Casasbellas. También ha traducido del portugués varios libros espíritas. Participó con un poema en el libro de Kikelin (Kike Payá), No hay color. Personajes de cine en blanco y negro (Orihuela, 2014).
La senda honda es su primer libro publicado, con prólogo del poeta José Luis Zerón Huguet. Escrito, en su mayor parte, antes del exilio voluntario que lo apartó de la poesía más de 20 años. Los poemas de este libro constatan la preexistencia de la naturaleza, la angustia y soledad del hombre, el tiempo y la muerte como continua tensión e incertidumbre en la búsqueda de un sentido a la vida, y el retorno al bosque como metáfora del auto rescate llevado a cabo por el autor, siguiendo los derroteros de su propia senda