Letras tu revista literaria

viernes, 26 de julio de 2013

LA DESTRUCCIÓN DE LA FAMILIA EN URUGUAY

Por ARIEL POLONI DABALÁ

Hoy ya es un dato de la historia de nuestro país que la dictadura cívico-militar de los Partidos Colorado y Nacional fue instalada, al igual que en otros países de Nuestra América, para imponer la política socio-económica neoliberal, una política de ultra-derecha que ha seguido siendo aplicada por todos los gobiernos de Uruguay desde la dictadura hasta hoy.

La destrucción de la familia en Uruguay empezó con la dictadura, 1968-1989, con su bestial agresión al pueblo uruguayo, torturas, asesinatos, desapariciones, campos de concentración, diáspora, miseria, marginación, engaño y agresiones como método de gobierno, vida infra-humana durante un largo tiempo; y con la instalación de la política socio-económica neoliberal continuada con todos los gobiernos en democracia hasta hoy.

“Por otro lado, nada resultó más fácil que incorporar la generación rebelde de 1968 – esta vez los situacionistas – a un floreciente sistema capitalista que era más indulgente que cualquiera de sus predecesores respecto a la diferencia de gustos personales y estilos de vida, y que funcionaba y se presentaba a sí mismo cada vez más como aquella economía y sociedad del espectáculo público manejado por los medios de comunicación. El éxito académico aportaba cada vez más dinero. Las décadas de 1990 y 2000 fueron la primera era de los multimillonarios con licenciatura de investigación.”

La cita es del libro de Eric Hobsbawn CÓMO CAMBIAR EL MUNDO, página 402, Editorial Paidós, 2011. Según el diccionario de la R.A.E., INDULGENCIA es “1. f. Facilidad en perdonar o disimular las culpas o en conceder gracias.” E INDULGENTE es “1. adj. Inclinado a perdonar y disimular los yerros o a conceder gracias.”

El cambio social de la etapa liberal del capitalismo a la etapa neoliberal empieza en los años 1970 – de ahí las dictaduras en Nuestra América – y entre otros muchos cambios, trae éste de perdonar o disimular la diferencia de gustos personales y estilos de vida. Allí empiezan cambios sociales que se desarrollan y afirman en las décadas siguientes. Estos cambios no han sido estudiados en relación al neoliberalismo. Al neoliberalismo no le interesa que se estudien.

Una de las consecuencias más destructivas del neoliberalismo es la profundización de la brecha entre los más pobres y los más ricos, el aumento de la desigualdad social con el resultado inevitable de la fragmentación de la sociedad y de su núcleo primordial para la cohesión social: la familia. La familia con su figura materna y su figura paterna naturalmente diferenciadas, la familia con hijos, hermanos, abuelos y nietos, tíos, primos, aquello que antes del neoliberalismo llamábamos el hogar.

La fragmentación de la sociedad y la destrucción de la familia, y la violencia social que le sigue, es responsabilidad de todos los gobiernos que han aplicado el neoliberalismo, desde la dictadura hasta hoy. El primer gobierno del progresismo del Frente Amplio, 2005-2010, administración del Dr. Tabaré Vázquez, cerró en el 2010 con un aumento en la brecha entre pobres y ricos, resultado inevitable de la aplicación de la política neoliberal.

No, no todos somos responsables. Los responsables de la destrucción de la familia son la dictadura y los gobiernos que continuaron aplicando la política neoliberal en democracia. En nuestro Uruguay, el responsable es particularmente el progresismo, que creó falsas expectativas de aplicación de políticas de izquierda, que no es uruguayo, que es una organización política internacional hoy de ultra-derecha y que aplica la política socio-económica neoliberal.

 

sábado, 20 de julio de 2013

Bye bye Mariano




Por Esther Vivas

Estamos en manos de chorizos. Mientras nos dicen que tengamos paciencia, que pronto llegará el final de la crisis, que ahora sí veremos los, tan cacareados, brotes verdes, nos damos cuenta, ya casi sin estupefacción, que los mismos que nos dan lecciones de austeridad, han vivido, durante años, en el derroche y la opulencia. Nos han robado, estafado y engañado. Y aún tienen la poca vergüenza de mirar para otro lado.


La paciencia, pero, es como un vaso de agua que se llena y llena y llena y, al final, acaba derramándose. Nunca sabemos cuál será la gota definitiva que hará salir la gente a la calle, masivamente, y decir “ya basta”. Pero lo que es seguro es que, tarde o temprano, ese momento llega. Lo hemos visto en la Primavera árabe, el 15M, Occupy Wall Street y tantos otros. Como decía el filósofo francés Daniel Bensaïd: “La revolución llega cuando menos se la espera. La puntualidad no es su fuerte”. Y así es.

Ayer otra gota de indignación llenó el vaso cada día más repleto de hartazgo. Miles de personas se concentraron frente a las sedes del Partido Popular en todo el Estado para expresar su rabia y malestar. Y las demandas y gritos de “Dimisión”, “No es un Gobierno, es una mafia” y “Fuera, fuera, fuera” se escucharon de punta a punta de la Península. Las cacerolas, cucharas, paellas y demás utensilios de cocina volvieron a repicar con esa ira contenida a la que estos tiempos nos tienen tan acostumbrados.

Aunque la corrupción no tiene patrimonio. El poder, parece, lo engulle todo. Caso Bárcenas, Gürtel, Nóos, Palma-Arena, Fabra y caso de los EREs, Mercurio, Pretoria y caso Palau, ITV, Crespo, Pallerols. Bienvenidos a la Cosa Nostra, al más puro estilo ‘El Padrino’. No en vano uno de los hashtags más utilizados ayer en twitter era #DemocraciaSinMafia y #AdiósMafia. Los inquilinos de la calle Génova, Ferraz o Còrsega conocen bien las reglas del juego. La impunidad es siempre su última baza.

La resignación, pero, se va terminando a golpe de sobres, papeles, comisiones, sobresueldos. Mientras nos quedamos en paro, no llegamos a final de mes, no podemos pagar la hipoteca, nos desahucian, no tenemos qué comer… asistimos a un nuevo acto de esta tragedia que es la crisis. Y los papeles de Bárcenas, el último capítulo. Pocas sorpresas nos depara su desenlace. Los guionistas nos tienen habituados a mucho ruido y a pocas nueces y luego si te he visto no me acuerdo. Qué fue de la tan pregonada entrada en prisión del banquero Miguel Blesa, que después de quince escuálidos días entre rejas ya volvía a estar en la calle. Ojalá nos sorprenda ahora el final del acto. En todo caso, dependerá de nosotros. Ocupar la función, cambiar el guión, y poder decir, finalmente: “Bye bye Mariano”.


*Artículo en Público, 19/07/2013.

viernes, 19 de julio de 2013

Los papeles



La lentitud del magma

Pedro Luis Ibáñez Lérida*


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porqueestoy ligado a la humanidad;
por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:doblan por ti".
John Donne

Fueron 400.000 euros. Hasta diciembre de 2012 el PP –Partido Popular- pagó los emolumentos del abogado en la defensa jurídica del extesorero de esta formación política. Durante dos años, y tras la destitución de su cargo contable por la  imputación en la llamada trama Gurtell, continuo cobrando del propio partido. Recuerden el titubeo mendaz e histriónico de la Secretaria General, anunciando y justificando el dispendio económico, en un alarde de burda y atropellada descripción, o el silencio del Presidente del Gobierno realizando declaraciones sin posibilidad de preguntas contradictorias. Mientras el tufo de los sobresueldos no deja de heder, los documentos incriminatorios de la contabilidad opaca –los papeles-, inicialmente rechazados por su autor, ahora son pieza angular. Aún queda por esclarecer la presunta financiación del partido, a través de la adjudicación de obras y servicios públicos como contraprestación por los fondos recibidos y reflejados en los papeles.

El escritor cacereño Javier Cercas reflexiona: “La verdad se puede y se debe asediar, pero al final uno tiene la impresión de que efectivamente acaba escurriéndose”. En este asunto, como en tantos otros, la verdad es de cuello estrecho. Y como señala el autor de Anatomía de un instante, existen zonas veladas a las que difícilmente podremos llegar a conocer. La impunidad moral queda intacta. De ahí que la interrogación desde la creación literaria abogue por esa percepción de pugna con la realidad y su reafirmación en la verdad, “No me gusta que lo que escribo suene a literatura. Lo que me interesa es que suene a verdad, sin perder la profundidad narrativa y estilística”. La lectura de los mensajes intercambiados entre el Presidente del Gobierno y el presidiario son ejemplo de carencia en la profundidad narrativa pero abundan en el estilo. Una distinción rayana en lo cercano y próximo, como si nada hubiese sucedido. A la espera de la nueva caja de habanos con que deleitarse tras el abono, según los documentos –los papeles-, del sobresuelo convenido.

En la novela Una soledad demasiado ruidosa, su autor Bohumil Hrabal ponía en labios de Hanta, “Hace treinta y cinco años que prenso papel viejo...”, un destructor de libros al que contradictoriamente esa faceta  lo convierte en un voraz lector de medida embriaguez. Es un pensamiento que aparece con pequeñas modificaciones durante toda la historia. Eso parecen clamar en Andalucía tras la convocatoria de las primarias  para elegir al candidato  socialista a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Llevan prensando demasiado tiempo y deberían cambiar la calidad del papel, que la candidata oficialista califica de tiempo nuevo. No habrá debate de ideas, análisis de la realidad andaluza, insertada en la nacional y europea, propuestas realmente significadas en la necesidad de reinventarse desde la verdad social. La única novedad es que existan hasta otros tres candidatos –el consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, el alcalde de Jun y el militante de Torrox- dispuestos a perder las primarias en el envite de alcanzar hasta 7000 avales con firmas en papel. Aunque estemos en el siglo XXI y la revolución tecnológica nos haga pensar que el uso de las herramientas virtuales es un acto de democracia en primera persona. Este panorama es en realidad un drama. Por un lado la fidelización y lealtad a la candidata que posee el beneplácito del poder orgánico e institucional. Por otro, la necesidad de blandir por parte de los tres candidatos no alineados el argumentario de la reinvención para acometer el siglo XXI y dejar de prensar papel viejo. Los papeles no dejan de estar presentes. Independientemente que el azaroso viento sople hacia una u otra orilla, y en cada una de ellas existan quienes se abalanzan en su captura para tributar, de esta guisa, juramento de servidumbre.


*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com 
 Patrocinado por 
LetrasTRL N.º 60-julio-2013 

viernes, 12 de julio de 2013

La vida de los otros



La lentitud del magma

Pedro Luis Ibáñez Lérida*


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porqueestoy ligado a la humanidad;
por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:doblan por ti".
John Donne


                                   La sensación de intimidación se acrecenta. A nadie se le escapa que cualquier ámbito privativo es un potencial objetivo del poder. En la creencia que el férreo control asegura la cobertura de seguridad ante cualquier contingencia inesperada. La psicosis del terrorismo ha estimulado apeteciblemente ese proceso de nutrición de los servicios secretos de los estados. En esa apelación constante a no dejar un solo fleco suelto. El globo ocular del espionaje no refrena sus ansias de conocer en todo momento qué hacemos o deshacemos. La denuncia del ciudadano estadounidense sólo hace dar veracidad a lo que cualquiera puede intuir. Mientras éste permanece en el limbo aeroportuario moscovita, en otro contorno se sigue abriendo una profunda  brecha en los derechos humanos. Son 166 personas las que permanecen encarceladas en la isla de Guantánamo desde el año 2002. Desde marzo de este año 104 de ellos permanecen en huelga de hambre. Son alimentados a la fuerza con sondas gástricas. El retrato de la maldad y su impunidad no es menor que el nivel de convivencia que mantenemos con ella. Somos espiados por los mismos que dicen ampararnos y que justifican la tortura como medio licito o que obstaculizan el tránsito aéreo en ese conchabeo en el que los países europeos se asemejan a Don Cristobita, el personaje de guiñol que inmortalizara Federico García Lorca en la obra Los títeres de cahiporra. Este panorama lo define con una lucidez pasmosa el escritor venezolano Edgar Borges, en su obra El hombre no mediático que leía a Peter Handke, cuando escribe "Hace algún tiempo Peter Handke declaró que Nuestra venerable Europa ha perdido la razón. Yo sigo pensando que lo que ha perdido Europa es la belleza".

                                   Otto Dov Kulka en su reciente obra Paisajes de la Metrópoli de la Muerte. Reflexiones sobre la memoria y la imaginación, entreabre lo que denomina "dimensión de silencio". Entre 1991 y 2001 fue realizando grabaciones en las que describía imagenes que mantenía en su memoria. El historiador checoslovaco deslinda su faceta académica para adentrarse en la memoria reflexiva de su estancia siendo niño en Auschwitz. En uno de estos bellísimos y estremecedores pasajes dice: "Estoy tocando la melodía en uno de esos raros momentos de silencio y tranquilidad de aquel campo y un prisionero judío joven, de Berlín se me acerca -yo era un chico de once años- y dice: ¿Sabes lo que estás tocando?. Y le digo: Mira, lo que estoy tocando es una melodía que cantábamos en ese campo que ya no existe. Entonces me explicó qué era lo que estaba tocando y qué era lo que cantábamos allí y el significado de aquellas palabras. Creo que también me intentaba explicar el terrible absurdo que había en ello, su terrible asombro, que una canción de alabanza a la alegría y a la fraternidad humana, la Oda a la alegría de Schiller, de la Novena Sinfonía de Beethoven, se estuviera interpretando delante de los crematorios de Auswichtz, a pocos centenares  de metros del lugar de la ejecución, donde la mayor conflagración nunca experimentada por esa misma humanidad que estaba siendo cantada seguía su curso..."

                                   ¿Puede alguien escuchar esta música, escucharla de verdad, y ser una mala persona? exclamaba el dramaturgo Georg Dreyman, encarnado por el actor Sebastian Koch, en la secuencia en la que interpretaba al piano Sonata para un hombre bueno -compuesta por Gabriel Yared-, basada en La Appassionata, de Beethoven. La vida de los otros, una magnífica película estrenada en el año 2006, con guión y dirección de Florian Henckel von Donnersmack, enfrenta esos dos planos de convivencia con el horror. Espiar el alma hasta apoderarse de ella.  Todos somos sospechosos de poner en riesgo el orden establecido, de contravenir  la  uniformización del carácter individual. Sobre todo cuando ese orden es un gran ojo que nos mira sin parpadear, desde el vacío que alumbra en su pupila. Un vacío que nos habla de un sistema enrocado. Un sistema que nos espía, y que, por consiguiente, recrudece su embrutecimiento desde el execrable principio de violentar y violar las vidas ajenas. Sin embargo un giro inesperado hace centellear tibiamente la llama de la esperanza. Gerd Wiesler, con una excelente interpretación de Ulrich Mühe, el capitán y espía de la  Stasi, sufre una transformación interior. La inutilidad de su vida, encaminada a controlar las del resto, sufre una convulsión al descubrir la que otros viven en aquellos a quienes espía. La verdadera vida está ausente en él. La suya es un fracaso. Pero la convicción en una creencia no es fijación incontestable e inalterable desde el propio individuo que la contiene. Lo cierto y verdad es que el ser humano es capaz de contradecir la imposición y elevar su vuelo más allá de lo que unas alas rotas le posibiliten. Señalaba el historiador británico Thomas Carlyle, "En todas partes el alma humana permanece entre un hemisferio de luz y otro de tinieblas". Sin embargo esta línea que separa esos dos dos estados del espíritu, se difumina cuando el interés en su distinción es mera farsa. Entonces ambos territorios se entremezclan y el poder consigue manipular y alienar bajo sus tesis ese chirrante principio patriótico. 

 *Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com 
 Patrocinado por
LetrasTRL N.º 60-julio-2013 

viernes, 5 de julio de 2013

Viaje a la transparencia



La lentitud del magma

Pedro Luis Ibáñez Lérida*


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porqueestoy ligado a la humanidad;
por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:doblan por ti".
John Donne




                                   Acabo de terminar la lectura de Relámpagos, de la poetisa Carmen Moreno. Una de las partes en el que se divide el poemario, está centrada en la figura de Norma Jeane -Marilyn Monroe-, en el que a través de reflexiones, las dos mujeres hablan de sí mismas: "Subirme la falda y tener tu sexo, / abrir los ojos y verme entera, / ser mujer y estar en paz" Tanta ternura, tanta transparencia se confabulan, como el propio título encamina, para rasgar el cielo y entreabrir el imperio de la luz. Horacio reclama la propia identidad, "Aquellos que cruzan el mar cambian de cielo, pero no de alma". En cualquier viaje el destino final es uno mismo. Me deleito con algunas fotografías que Bert Stern realizó a la protagonista de Vidas rebeldes. Pocos días después aparecía muerta, al parecer por una ingesta de barbitúricos. Dice Carmen Moreno en referencia a la actriz norteamericana, "No dejes que el revólver te mancille. / Sal de la vida como mereces, / con la premura de las rachas de viento". La mirada de Norma recoge el enigma del océano, vasta e incontrolable naturaleza, y su debilidad, suspiro fenecido en la orilla.

                                   Viaje del espanto podría calificarse al que tiene como destino final la cárcel. El tránsito hasta ella nos descubre el talante de quienes por circunstancias se ven envueltos en este tipo de situaciones judiciales. Preguntes a quien preguntes, la unanimidad es total y absoluta. El extesorero del PP -Partido Popular- descansa sus huesos en la penitenciaria. Ya no podrá realizar esos viajes a Suiza con fines pecuniarios o al Polo Norte con tintes aventureros, que recogiera el siempre estimulante Jack London en obras como Colmillo blanco. Desatendiendo al hierático "inversor bursátil", detengo mi contemplación sobre su esposa y la celebración -no podría denominarse de otra manera- de su viaje al juzgado. Allá que desciende del automóvil y posa su prestancia en la acera con el empuje firme y decidido en decir a los cuatro vientos: ¡¡Aquí estoy yo...!! Chófer y ayudante de cámara para que no falte ningún detalle en esta escenificación de la osadía más alevosa y triste. Allá que se encamina con la barbilla elevada y la cabellera suelta. Todo un gesto de poder y afianzamiento en el territorio que pisa, y que al parecer tanta confianza le inspira.
                                   Los placeres mundanos y viajeros de un alto prelado del Vaticano, nos confirman que el ojo de la aguja se ha ensanchado hasta lograr que un camello pase por él. Cosa fina la de fletar un avión privado para desde Suiza ascender a los cielos -quizás como acto de contrición- con 20 millones de euros y posteriormente aterrizar en Italia. Para este viaje si se necesitaban alforjas, y qué alforjas. De lo que contenga el banco de la Santa Sede apenas sabemos, pero que la impresión es de una insalubre estancia es la sensación más afín a los manejos que, como éstos, la ensombrecen.
                                   En Meditaciones el emperador romano y filósofo Marco Aurelio manifestaba: "¿He realizado algo útil a la humanidad? En consecuencia me he beneficiado. Salga siempre a tu encuentro y ten a mano está máxima, y nunca la abandones". El poder es siempre la primera fase de la corrupción. La gestión de ese poder no puede estar contenido en la extensión democrática, como barbecho durante cuatro años hasta la llegada de la siembra. La igualdad, a la que tanto se refieren para esgrimir postulados contradictorios, no obedece precisamente a un derecho. Más bien a la supresión del privilegio. La acumulación de poder lo es de privilegios y, con ellos, de degeneración. Entre los principios del poder no se halla precisamente la creación del pensamiento. El carácter estoico que representaba el emperador de origen hispano, no es garantía de hechos intactos por la miseria humana, pero sí de la perspectiva moral e intelectual que acoge en sí lo más trascendente: saber pensar y ser uno mismo. Estas dos acciones de pensamiento y acción no se descartan y se persiguen en cualquier esfera de poder. "Tsvietaieva... el dolor desde la soga que se balancea en su sombra". La poetisa moscovita se encarna en el aliento de la gaditana Carmen Moreno. Los sinsabores y penurias que sufrió en "la desesperación del silencio" la convierten en ese lugar de perenne promisión de libertad. Voz poética que respira en la desesperación y no renuncia a su espíritu de creación. Mientras algunos emprenden viaje hacia  las tinieblas, la poesía nos señala el de la transparencia, "Lo dijo Saturno tras devorar a sus hijos: / -Se me atragantó el hombre / y parí tiranos".




 *Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com 
 Patrocinado por
LetrasTRL N.º 60-julio-2013 



                   

El Diario de Alvaeno

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